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Escándalo en la diputación

Rus denuncia ante el juez al exjefe de Imelsa por llevarse facturas y archivos informáticos

La empresa pública acusa a Marcos Benavent de sacar cajas con todos los documentos de pago de 2007, 2008 y 2009 - Denuncian también que copió en discos duros externos y memorias "pendrive" los ficheros de la empresa en diciembre, cuando anunció su marcha

Rus denuncia ante el juez al exjefe de Imelsa por llevarse facturas y archivos informáticos

Tan estrecha fue la relación de confianza de padrino y ahijado político entre Alfonso Rus y Marcos Benavent como traumática está resultando una ruptura que se está dirimiendo en los juzgados y, antes, en la Fiscalía Anticorrupción. El hombre al que Rus dio en 2007 la llave de Imelsa y la combinación de su caja ha dado ya algunos pasos en su determinación de abrir el plano de las responsabilidades y culpas en la contratación, según fuentes conocedoras de la investigación. Desde el otro lado de la trinchera, Rus ha ordenado hacer un par de visitas a los tribunales para sostener con denuncias que el epicentro de la presunta trama de corrupción se localizó en Imelsa, se llama Marcos Benavent, y no tiene onda expansiva.

El presidente provincial no sólo ha denunciado en el juzgado de guardia que Benavent sacó dinero sin justificar, como contó Levante-EMV el 14 de marzo. También ha acusado ante el juez al exgerente de Imelsa de llevarse cajas llenas de documentos y toda la facturación de la empresa pública correspondiente a los años 2007, 2008 y 2009, los ejercicios calientes en lo que se cometió una parte importante de las presuntas corruptelas denunciadas por EU ante la Fiscalía Anticorrupción. En esencia, que Marcos Benavent facturó por servicios supuestamente no prestados o con precio hinchado a media docena de empresas contratistas de la diputación y de Imelsa como mecanismo para el desvío de fondos públicos destinados presuntamente al pago de comisiones.

La denuncia de que el exgerente sustrajo documentos fue formalizada por el actual responsable de Imelsa, Rafael Soler, por orden de Rus. El gobierno provincial acusa también a Benavent de haber vulnerado la ley al realizar copias de archivos informáticos y ficheros, grabarlas en memorias USB o discos duros externos y sacar todo ese material de la empresa. En sus últimos días en Imelsa el exgerente también se habría llevado un ordenador portátil de la empresa, aunque lo usaba el exgerente.

Nervios y dimisión forzada

Fuentes del equipo de gobierno provincial explicaron a este diario que Marcos Benavent aprovechó sus últimos días en la sede de la firma pública, radicada en la calle Conde Trénor, para ordenar a empleados de Imelsa que lo ayudaran a copiar archivos y recopilar papeles, según la denuncia. Era la segunda quincena de diciembre. La investigación de la Fiscalía Anticorrupción llevaba ya más de cuatro meses en marcha y tanto Alfonso Rus como Marcos Benavent sabían que los focos de la justicia apuntaban hacia la diputación. Y empezaron a cundir los nervios.

El presidente provincial forzó la dimisión del gerente de Imelsa para marcar distancias. Benavent estaba también resuelto a marcharse. El 26 de diciembre se consumó la dimisión, que tendría efecto el 1 de enero. La última semana del año también fue muy provechosa para el exjefe de la principal empresa pública provincial. Hizo la mudanza y no se llevó sólo los objetos personales de su despacho, según la denuncia.

Tras su salida, Rus encargó una primera auditoría de emergencia, que detectó retiradas de fondos sin justificar. En concreto, se trataba de anticipos de caja que luego no devolvió ni acreditó con facturas. También se denunciaron los 14.000 euros de gasto de teléfono con cargo a la diputación. Llamadas que en parte fueron realizadas desde Panamá, a donde viajó el hoy ilocalizable Benavent. La diputación llevó todas esas presuntas irregularidades al juzgado, donde luego se instó una ampliación de denuncia por parte de Imelsa.

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