Quería vengarse de su yerno, Marcos Benavent, tras la tormentosa separación de su hija y el boicot del exgerente de Imelsa a la contratista provincial en la que trabaja el cuñado del directivo fugado y a la que no le pagaba las deudas pendientes. Pero es muy probable que la decisión de Mariano López de facilitar que las grabaciones llegaran a la Fiscalía Anticorrupción, tras la denuncia presentada por Esquerra Unida el 30 de julio de 2014, acabe por hundir política y quizás judicialmente a Alfonso Rus, a media diputación provincial, a unos cuantos alcaldes populares e incluso a parte de la cúpula del partido.
Mariano López ha mantenido unas excelentes relaciones con Rus desde que ambos coincidieron con mando en plaza en Xàtiva: uno como alcalde, y ahí sigue desde 1995, y López, como presidente de la patronal de la Costera. La remisión de las cintas a la Fiscalía ha quebrado la relación entre ambos, pero el exsuegro nunca ha dejado de visitar la diputación, ni siquiera en los días convulsos en los que el escándalo había reventado después de haber sido destripado durante ocho meses en la Fiscalía Anticorrupción. Mariano López hasta se ha reunido con el presidente provincial Alfonso Rus. El encuentro se produjo el jueves de la semana pasada, según explicaron fuentes próximas al dirigente popular.
El presidente de la diputación ha aprovechado para solicitar a su hasta ahora amigo copia de las grabaciones „más de 10 horas están ya en el juzgado„ para poder trazar unas pautas de defensa en los tribunales. Las mismas fuentes explicaron que Rus no ha tenido de momento acceso a las grabaciones. Las declaraciones realizadas por Rus en las que denunciaba la manipulación de los audios se enmarcan en la estrategia de desacreditar las cintas tanto como línea de defensa política como a la hora de intentar socavar la validez de las mismas como prueba en los tribunales.
En el Partido Popular y en la propia diputación no faltan voces críticas, desde el entorno de Alfonso Rus, respecto al acercamiento entre el exsuegro y el alcalde que apadrinó la carrera política de Marcos Benavent. «Ahora ya da lo mismo, el mal está hecho y no hay nada que pactar con Mariano López», explicó ayer una persona próxima al presidente provincial. Las grabaciones habrían sido obtenidas por el exdirectivo de la patronal setabense gracias a que había copias en un ordenador que estaba en el domicilio familiar.
Venganza con efecto colateral
Con todo, estas mismas fuentes apuntan que el exsuegro de Marcos Benavent no ha pretendido de entrada dinamitar la diputación, Imelsa y el partido, sino que su objetivo ha sido vengarse del que era su yerno y con el que compartía bastante más que el amor por una misma persona. Uno como padre y el otro como esposo.
