Sube las escaleras que la llevan a su despacho con brío, pese a que en enero cumplió 79 años. Asegura que las ha recorrido miles de veces durante sus 26 años de presidencia y que ya es el momento de dejarlo y asentarse en su pueblo, Carcaixent, a trabajar con las que llama «mis mujeres», que son las 170.000 socias y todas aquellas por las que Asunción Francés pueda hacer algo para mejorar su vida. El lunes y de sorpresa le organizaron un homenaje (misa y comida) en su municipio, con 700 asistentes, en el que no faltó una pulsera de regalo de despedida, del que hace chiste porque en tiempos pasados ella misma decía, y se reían, que cuando a una presidenta se la quería despedir porque no era buena se le regalaba una «pulsereta i al carrer». No es su caso.
¿Qué balance hace de estos 26 años como presidenta?
Muy positivo, es un trabajo que no he hecho yo sola, sino todo un equipo. Empezamos sacando a la mujer de casa y ha sido un cambio de 180 º, la mujer se forma mucho, ahora la gente tiene estudios superiores y está en la asociación y se trabaja muchísimo en todo lo social. Tenemos dos pisos para mujeres en situación de riesgo y uno para inmigrantes y esta mañana estaba lleno de personas que vienen a arreglar papeles porque tenemos dos abogadas gratuitas.
¿En situación de riesgo se refiere a malos tratos?
Si. Y el de inmigrantes es para gente que han engañado, le han quitado el pasaporte, que no tiene donde ir... nos las remite el Centro 24 horas y es una labor preciosa. También damos español a 60 personas diarias con una filóloga dedicada a ello.
¿Cuantas socias había cuando llegó y cuantas deja?
Había once mil y ahora, 170.000 largas. Además soy presidenta de la Federación de Valencia, Alicante y Castelló que llevo ya 16 años y vicepresidenta nacional de la Confederación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, donde estoy desde hace 20 años.
¿La mujer ha sido la principal víctima de la crisis?
Es una parte de la crisis, como el hombre y la gente mayor. Cuando en una familia hay una crisis económica se reparte para todos pero yo pienso que se está mejorando poco a poco y espero que cada vez salgamos más a flote. Voy conociendo a gente que está entrando a trabajar, que había un tiempo que no entraba nadie. No es que todo esté bien, no hay que taparse los ojos, es una realidad, pero hemos pasado unos años muy malos.
Usted empezó como presidenta con un gobierno socialista
Yo con los socialistas, gobernando Lerma, tuve muchas atenciones y estuve muy bien; con Zaplana estuve superbien, confió mucho conmigo, con mi asociación y nos apoyó muchísimo; Lerma ambién, ¡eh! Luego José Luis Olivas fue muy poco tiempo, un paréntesis, firmamos con él lo de la Mutualidad del Ama de Casa y con Paco Camps, que apoyó a la asociación porque ha visto que no buscamos para nosotras, sino para compartir con los demás y mejorar la sociedad, prueba de ello es que nos ayudaron a montar los tres pisos y hemos hechos proyectos europeos, como tres guarderías y otros de ayuda a domicilio con ayuda de los alcaldes.
¿Daban trabajo?
Todos los años había cuatro meses en los que se colocaba a 400 y pico mujeres y algún hombre para ayudar a la gente que no tenía a nadie, a lavarles, pasear, tener mejor calidad de vida. Para mi eso ha sido muy bonito porque mi vocación ha sido siempre lo social.
¿A qué se debe el éxito de Tyrius?
A que trabajamos y lo damos todo sin pedir nada a cambio. Nos hemos dedicado a los pueblos que es donde está la fueza de Tyrius, hay 230 con todas sus juntas, siempre ayundando a la parroquia, a la tercera edad, a lo social...
¿Usted es católica?
Yo católica practicante. Para mi, mi motor es Dios para seguir tabajando y tengo que darle muchas gracias de haber conocido esta asociación porque me ha dado la oportunidad de intentar hacer el bien, pero no soy yo, es el equipo. No hemos buscado nada para nosotras, lo hemos dado todo.
