Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Escándalo en la diputación

Benavent a Caturla: "Le diré: Alfonso, me han dado treinta. Hostia, es lo que hay (...) no ha podido ser más"

Las grabaciones en poder de Anticorrupción y de la Guardia Civil acreditan que la presunta trama de mordidas que rodea a Rus actuaba antes de llegar a la diputación - El exgerente de Imelsa y el hoy vicepresidente provincial hablaban sobre comisiones en Xàtiva

Alfonso Rus, Marcos Benavent y Máximo Caturla. levante-emv

La presunta trama de comisiones cobradas a contratistas de Imelsa y de la diputación a cambio de adjudicaciones no nació en la institución provincial. Se remonta a años antes y se extendía como una mancha de aceite a diversas instituciones públicas gobernadas por el PP, empezando por el Ayuntamiento de Xàtiva, del que Alfonso Rus es alcalde desde 1995. Es una de las principales conclusiones de la investigación. Otra, que Marcos Benavent —el exgerente fugado de Imelsa— era uno más entre tantos implicados.

Así queda acreditado en la documentación y los audios analizados en la investigación desarrollada por la Fiscalía Anticorrupción y la UCO de la Guardia Civil. Como ayer contó este periódico en exclusiva, el vicepresidente segundo Máximo Caturla y Benavent, responsable de los registros sonoros, gestionaban presuntamente el cobro de comisiones, con el supuesto conocimiento de Alfonso Rus, que estaría al tanto de esa práctica e incluso entraría presuntamente en el reparto según se desprende de algunas de las conversaciones entre Caturla y Benavent citadas por fuentes de la investigación.

Uno de los pasajes que obran en el sumario y que hoy adelanta Levante-EMV en exclusiva, se refiere a un encuentro que mantuvieron el 16 de diciembre de 2005 Caturla, entonces secretario autonómico de Educación y consejero delegado de Ciegsa, y Benavent en el despacho del primero. Las mismas fuentes indicaron que esa conversación se produjo mientras estaban contando dinero.

En la conversación entre ambos, grabada por quien luego acabó en Imelsa, hablaron de presuntas comisiones cobradas o apalabradas, que finalmente habrían sido menores de lo que esperaban. En ese intercambio de pareceres, Benavent explicó a Caturla que Alfonso Rus —entonces alcalde de Xàtiva y presidente provincial del PP desde 2004— lo había llamado interesándose por el asunto, explicaron fuentes que han accedido al contenido de las grabaciones. «Ahora llamaré a Alfonso Rus, que ya me llamó esta mañana y le diré que me han dado treinta. Hostia, es lo que hay», lamentaba Benavent ante su interlocutor, según las mismas fuentes. Caturla le habría trasladado que Rus pensaba que la cantidad supuestamente ofrecida era mayor, a lo que Benavent habría aclarado que no. Rus pensaba de entrada que serían «sobre unos 30» y que «al final son 20», según se desprende de los audios. Esa conversación entre el exconcejal de Juventud, Ferias y Fiestas de Xàtiva y Caturla, que después fue edil de Fontanars dels Alforins, su pueblo natal, se produjo en los primeros diez minutos desde que Benavent llegó al despacho de Caturla. Los dos políticos conversaron sobre «nuevos negocios» a la vista en Xàtiva, pero también en Borriana. Benavent no acababa, con todo, de ver claro el posible nicho de mercado que para la trama se abriría en la ciudad castellonense. «La de Xàtiva, la de Xàtiva es buena. Son 9 millones y están las bajas», sentenció Benavent en respuesta a las objeciones que había puesto Caturla en ese intercambio de opiniones sobre los «negocios». Los dos hacen una prospección sobre qué asuntos pueden ir «arreglando» hasta final de 2005. Momentos después, ambos conversaban sobre planes de futuro a medias, entre los que se incluían actuaciones «al margen de Alfonso Rus».

Dos meses antes de la reunión mantenida en el despacho de Caturla, los mismos dos protagonistas mantuvieron una conversación telefónica. Concretamente el 18 de octubre de 2005. Máximo Caturla llamó por teléfono a Marcos Benavent y éste lo grabó como era práctica habitual en quien luego convirtió su despacho en Imelsa en algo así como la sede de una agencia de detectives unipersonal. Hablaron de la proyección política del alto cargo de Educación gracias a sus vínculos con Rus y sobre los «favores» que le había hecho.

«Víctor controla la parte suya»

En un momento concreto de la grabación, Máximo Caturla proclama que según iba «arreglando las cosas, le voy dando». «Y eso no lo está haciendo nadie», añadía según las fuentes conocedoras de los audios. En ese punto, Caturla se refiere a que el entonces vicepresidente del Consell Víctor Campos «controla la parte suya».

La fonoteca que ha sido destripada durante meses por los investigadores es tan amplia (más de 600 minutos) como variada. Benavent aparece en la práctica totalidad de las cintas que evidencian una «trama» totalmente consolidada por los «hombres de Rus» y al margen del poder institucional de la Generalitat. Entre las conversaciones sobre «negocios», se cuelan otras más distendidas en las que se habla de asuntos de lo más peculiares. Desde un jeque o de coches y vehículos restaurados, hasta la compra de motos de 6.000 euros, en la que se cita a Vicente Betoret, alcalde de Vilamarxant.

Compartir el artículo

stats