La comunicación entre Fabra y Rus nunca ha sido muy buena. Y el final constituye una metáfora perfecta, con mediadores entre uno y otro que no consiguieron sus objetivos. El jefe del Consell no ha logrado hablar en los últimos días con Rus, apuntan desde Presidencia. El jueves, incluso, lo llamó al Palau para negociar la salida y este lo evitó.

Han sido la coordinadora del PP, Isabel Bonig, y la alcaldesa Rita Barberá quienes han tratado de hacer entrar en razón a Rus y que diera un paso atrás. Ni siquiera su mano derecha, Emilio Llopis, consiguió ese objetivo, según las mismas fuentes. Aunque desde el entorno de Rus señalaron que Fabra «ni siquiera le ha llamado» para comunicarle la decisión. Finalmente, la disputa se resolvió en público. Presidencia exigía a Rus una respuesta sin más dilación. Rus lo hizo, pero no privadamente, sino en un comunicado.