A Alfonso Rus ni la mayor crisis de la historia del PPCV le priva del rito dominical: partido del Olímpic y puro. Eso sí, ayer le acompañaba un nutrido grupo de periodistas. Como respuesta a sus preguntas, a las puertas del estadio municipal La Murta, el expresidente provincial del PP desmintió ser el protagonista de la grabación en la que se escucha un recuento de billetes. «Esa grabación no soy yo. Y cuando digo que no soy yo, no soy yo. No he recibido ninguna mordida por nada, nunca», expresó Rus.

Por otro lado, remarcó que no pretende abandonar sus cargos institucionales. «De momento continúo. A mí no me han expulsado, me han inhabilitado», aclaró. Sin embargo, sí medita renunciar a la candidatura del PP de Xàtiva y que corra la lista, una decisión que posiblemente comunicará hoy, en un sentido u otro, a su equipo en el ayuntamiento setabense.

Además, Rus amagó con un contragolpe. «Yo hablaré el 25 de Fabra», dijo con suspense. Aunque para mensaje intrigante, Rus dejó en el aire una respuesta ambigua a la eterna especulación sobre un partido propio. A expensas de lo que suceda, Rus no descartó ayer nada. «Me siento bien, como no hay nada... Si tengo que seguir en política explicaré cómo y de qué manera», aseveró.

Para concluir, evidenció que existe una batalla con Alberto Fabra. «Tengo el apoyo del PP, no del presidente», zanjó. Las declaraciones, en realidad, pueden sonar a declaración de guerra o a las de un líder acorralado.

De momento, tras la primeras horas de digestión de la crisis, el «ejército de Rus» parece desconcertado pero no dispuesto a ir a la batalla. Todos son cargos públicos que el día 24 se juegan su futuro. Otra cosa será el día después de las elecciones. Sobre el horizonte, el temor de los rusistas de que la regional imponga un congreso extraordinario para que la expulsión de Rus se convierta también en un golpe de mano contra el poder orgánico de la familia.

El calendario lógico sería el de congresos nacional, regional, provincial, comarcales y locales, por ese orden, tras las elecciones de finales de 2015, esto es, ya en 2016. En cualquier caso, es terreno para la especulación. Los resultados del 24M marcarán la futura correlación de poderes dentro del PP valenciano.

«Preferimos clavarnos el cuchillo»

Eso sí, el enfado entre su entorno más cercano es máximo. «La gente está con Alfonso al 100%, pero este partido es así. El PSPV se arropa en torno a un ataque, hacen piña y lo defienden y nosotros lo primero es matarlo y que salga como un apestado. El sentido corporativista de defender a los suyos no lo tenemos nosotros. Preferimos clavarnos el cuchillo», apuntaban desde el círculo más cercano a Rus.