La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tampoco se refirió a los diferentes escándalos de corrupción que salpican al PP, pero sí de manera indirecta cuando defendió sus siglas. Según dijo, el PP tiene que demostrar que en su seno hay «mucha gente buena y muy buena gente, que no ha hecho otra cosa en toda su vida que trabajar por los valencianos».

Barberá, la primera en hablar, centró sus críticas en Ciudadanos y, al igual que hizo después Rajoy, apeló al discurso del miedo. Así, avisó de que los populares ante el 25M están «solos contra todos», que solo piensan en el «pacto anti PP». Defendió que el PP es el único que puede generar estabilidad y que sin ella no habrá inversión, empleo ni consumo: «El dinero tiene miedo, es cobarde», mantuvo. Barberá, que por primera vez en dos décadas concurre a unas elecciones en las que no tiene garantizada su continuidad, admitió que lo que sus puntos débiles son la abstención y «el voto confuso y confundido» de Ciudadanos, objeto principal de sus críticas.

También Rajoy se agarró al argumento de que frente al PP sólo está el caos. Rajoy añadió que, «desgraciadamente», ya se conocen en España experiencias de gobiernos de tres o cuatro fuerzas políticas que no han dado resultado. Por eso, señaló, ahora lo que hace falta es «perseverar» con las políticas del PP. «Lo demás es jugar con fuego», sentenció el presidente.