Más de 300 personas se concentraron ayer en la Alameda del Port de Sagunt para protestar por la llegada del buque italiano Sorrento. Al grito de «¡No es justo que venga la mierda aquí!», «¡No queremos el Sorrento!», o «¡Que se vuelva!», los manifestantes mostraron su desacuerdo con el traslado del buque.

El alcalde de Sagunt, Sergio Muniesa (PP), fue recibido con una fuerte pitada. Micrófono en mano explicó que la junta municipal de portavoces había acordado «unánimemente» rechazar la presencia del buque y extremar los controles para evitar riesgos en la población.

De nada sirvió que la Autoridad Portuaria de Valencia insistiera ante los portavoces en que el casco del barco está intacto y en que no está prevista ninguna operación peligrosa en los muelles saguntinos, ni la descarga de fuel, ni de ningún otro elemento similar «porque no lo hay», dijeron.

El portavoz de Compromís, Quico Fernández, recordó que el puerto de Sagunt «tiene el riesgo de la cercanía del polígono químico y empresas como Fertiberia y la regasificadora». El socialista Jose Luis Chover incidió en que «el proceso se ha hecho a la inversa: primero se decidió políticamente el traslado y luego se ha vestido con los trámites necesarios». El portavoz de IP, Manuel González, cuestionó el traslado, al considerar que Sagunt no tiene infraestructuras necesarias para reparar el barco, mientras el representante de EU, Fernando López-Egea, recordó la tragedia del Prestige y su interés «porque no se repita».

En Madrid, el diputado de Compromís-Equo en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, exigía a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que comparezca en las Cortes Generales para explicar los motivos del traslado del ferri.

Llegará esta tarde

El remolcador Gianemilio C., contratado por la naviera Grimaldi, inició ayer a las 12,45 horas el remolque del ferry Sorrento, incendiado el pasado 28 de abril cerca de Palma, hasta el puerto de Sagunto, donde se extraerá la carga que transporta el buque antes de trasladarlo a unos astilleros para su rehabilitación.

El Gianemilio C, de 248 toneladas, ha sido el responsable de fijar la posición de buque Sorrento a unas 20 millas del puerto de Palma mientras el ferri era acondicionado para su remolque.

El remolcador inició su andadura a una velocidad de cuatro nudos que, de mantenerse, le permitiría llegar al puerto de Sagunto poco antes de las 19 horas de mañana, aproximadamente. Sin embargo, un intenso viento de proa y la agitación del mar hizo que esta velocidad disminuyese, lo que deja en el aire el horario definitivo de llegada

El buque de la naviera Grimaldi está escoltado por el Clara Campoamor, un buque multipropósito de Salvamento Marítimo (el mayor de su flota), y por la patrullera de la Guardia Civil Río Cervantes, que dada la proximidad del territorio valenciano podría ser relevada por un buque de la Guardia Civil, con base en Valencia, a mitad del trayecto.

La flotilla incluye también la embarcación Semac, propiedad de una empresa del puerto de Tarragona especializada en balizamientos y colocación de barreras.

Según el Ministerio de Fomento, el Clara Campoamor escoltará «en todo momento» las operaciones de remolque.