La segunda sesión de la comisión de investigación sobre Imelsa sirvió para concretar la lista de comparecientes para dar explicaciones sobre los contratos bajo sospecha. La oposición pidió que se citara al presidente de la Generalitat para que confesara si conocía las presuntas ilegalidades en las adjudicaciones o la investigación abierta por Anticorrupción y la Guardia Civil a raíz de la denuncia de EU y cuál ha sido su papel en este asunto. El PP impidió esa comparecencia. Su portavoz, Juan José Medina, declaró que no tenía «ninguna lógica» pedir la declaración de Fabra y acusó a la oposición de «cinismo» por sospechar sobre el presidente y no denunciar al fiscal. Preguntado por este diario sobre si Alfonso Rus no está señalando al jefe del Consell cuando denuncia un «complot» contra él, Medina respondió que le parecería «grave que un cargo público escondiera eso». «Creo que el señor Fabra no ha podido hacer eso», remató.
Medina considera que la dimisión de Rus como presidente es una «decisión personal que no depende del expediente abierto en el PP». El primero que declarará será el actual gerente de Imelsa, Rafael Soler. También testificarán Máximo Caturla, el director financiero y su antecesor en el cargo, la jefa de formación o los empresarios investigados en la trama, sin contar que se ha solicitado la visita del ilocalizable Marcos Benavent. También ha sido llamado el responsable de la empresa de detectives Sider 2000, que, como contó ayer Levante-EMV en exclusiva, fue contratada por Benavent.
La diputada de Esquerra Unida, Rosa Pérez, reveló ayer que Forval CB, una de las empresas a las que Benavent facturó a través de su empresa pantalla Berceo Mantenimientos, cobró una factura de 100.000 euros a la diputación en 2008 y otra de 12.000 en 2009.
