Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, se reunió ayer con cinco asociaciones de gitanos de la ciudad. Fue en el centro de Mayores de la calle Yecla donde tuvo lugar el encuentro, en el que los representantes de las distintas asociaciones hicieron llegar a Barberá sus quejas y peticiones. La primera autoridad municipal estuvo arropada por varios de sus concejales, que tomaron nota de las reclamaciones vecinales. Alfonso Novo, primer teniente de alcalde, Mari Angels Ramón Llin, concejala de residuos y limpieza, María Jesús Puchalt, del área de Comercio, Ana Albert, responsable de Bienestar Social y Cristóbal Grau, edil de deportes compartieron el acto, en el que los representantes tomaron la palabra en diversas ocasiones para mostrar la realidad social y económica de la etnia a la que defienden.

La suspensión de militancia de Maria José Alcón por el escándalo que salpica a la Diputación Provincial de Valencia y a Alfonso Rus, en las horas previas, marcó el acto. Alcón, que figura en el número 16 de la lista municipal del Partido Popular, forma parte del círculo más estrecho de la alcaldesa, pues ya fue concejal de Cultura y en la actualidad está casada con Alfonso Grau, imputado en el caso Noos por varios delitos.

Hasta el Palau de la Música

Las caras de Barberá y su equipo de gobierno dejaba bien a las claras los momentos de tensión que está viviendo la formación política, donde a un escándalo se sucede otro. Tras la reunión con los representantes de las asociaciones de gitanos, Barberá se trasladó hasta el hall del Palau de la Música, donde estaba programada la tradicional pegada de carteles electorales. La alcaldesa estuvo acompañada por el presidente regional del Partido Popular y candidato a la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra. Barberá retomará hoy su agenda ya volcada en la campaña electoral que culminará el domingo 24 de mayo con los comicios.