El escándalo de la diputación se ha cobrado nuevas piezas en el PP valenciano. El Comité de Derechos y Garantías del partido acordó ayer poner en cuarentena y junto a la puerta de salida a María José Alcón. La exconcejala de Valencia, situada en el decimosexto puesto en la actual lista de Rita Barberá, ha sido suspendida cautelarmente de militancia por su supuesta relación con la presunta trama de corrupción en Imelsa, después de las conversaciones publicadas por Levante-EMV que acreditaban el presunto cobro de mordidas. Esquerra Unida denunció que la exconcejala de Cultura cobró comisiones vinculadas a la Mostra de Valencia durante 2005 y 2006. Ese mismo órgano acordó aceptar la solicitud de suspensión cautelar de militancia y funciones solicitada por Máximo Caturla, vicepresidente segundo provincial y pieza clave en la presunta trama, según reveló este diario. Otro de los implicados, el exgerente de Imelsa Marcos Benavent,«ya había solicitado la baja de militancia del PP el pasado mes de diciembre», explicó el partido en un comunicado.

La decisión del PP sobre María José Alcón fue asumida también por la alcaldesa Rita Barberá, que la tuvo como concejala y después de un paréntesis la ha vuelto a incluir en la lista para estas elecciones, probablemente como reconocimiento a ella y a su marido, Alfonso Grau, dimitido por su procesamiento en el caso Nóos.

Barberá dijo sentir «mucha pena» por Alcón, con la que ha tenido una relación personal, y por Rus, pero admitió que las conversaciones publicadas eran «difíciles» de digerir, de manera que invitó a la propia implicada a denunciar el caso en los tribunales si las conversaciones no son reales o a asumir lo que diga el partido. Dijo desconocer «absolutamente» el caso y tampoco había podido hablar con Alcón sobre la posible renuncia a la lista electoral. Criticó que «por motivos políticos y viendo por las encuestas que ya no salen» (se refería a Esquerra Unida), se ataque hasta a su familia, concretamente a su sobrino, del que dijo que «no tiene ni empresas ni tan siquiera empleo en estos momentos».

La campaña arrancó anoche sin que el presidente de la diputación, Alfonso Rus, haya presentado su dimisión en la institución provincial ni como candidato en Xàtiva. El candidato de Esquerra Unida a la Generalitat, Ignacio Blanco, exigió a Rajoy y a Fabra «responsabilidades políticas, dimisiones y ceses» tras las grabaciones y que Rus «sea apartado de la vida pública» y «se cambie la lista electoral de Valencia».

«Días después de que se conozcan y se escuchen las grabaciones que demuestran que la corrupción está enquistada en el PP (...) seguimos sin tener ninguna reacción de Alberto Fabra y de Mariano Rajoy, que simplemente dicen que son errores». «Nosotros respondemos: no, son delitos», zanjó. El vicepresidente del Consell y presidente provincial del PP de Alicante, José Císcar, le solicitó su renuncia. Entiende que Rus debería «dejar de ser candidato» en la lista del PP en su municipio y aseguró que es una persona «consecuente», por lo que esperaba que dejara la candidatura. «En caso de que esto no ocurriera, el escenario es la expulsión y después ya se vería legalmente qué consecuencias tendría la expulsión en la ley electoral», manifestó Císcar, quien recordó que el PP aplica «la máxima ejemplaridad en todos los casos» y de manera «contundente».

Calificó como «compleja» y «difícil» la situación generada por las conversaciones en las que supuestamente el presidente de la diputación cuenta dinero con el exgerente de Imelsa Marcos Benavent. Con todo, aconsejó a Rus que si él no es quien sale en las conversaciones, «si hay algún tipo de manipulación» debería «presentar una denuncia, una demanda, ante el juzgado».