La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha destituido a María José Alcón como asesora de alcaldía. Las ultimas grabaciones del caso Imelsa difundidas ayer por Levante-EMV y las críticas de Alberto Fabra han sido decisivas. Su cese ha sido aprobado hoy en la Junta de Gobierno Local, con lo que María José Alcón, suspendida también de militancia por el PP, pierde todo vínculo con el consistorio y con el partido, lo mismo, por cierto, que su marido, Alfonso Grau, que también tuvo que dimitir como vicealcalde tras su procesamiento en el caso Nóos.

Esta misma mañana, Rita Barberá, tras visitar el mercado de Nazaret, ha manifestado que Alcón "ha sido cesada cautelarmente como establece la normativa administrativa tras pasar por la junta de gobierno" aunque ha precisado que este caso "no está judicializado. No hay ninguna imputación ni una acusación pública. El tema está en los medios". "Dejemos pasar el tiempo y que la justicia actúe. Aquí no quiero justicieros populares", ha advertido Barberá, quien ha añadido que que no va a hacer "una campaña que otros quieren. Se han tomado las decisiones que se tenían que tomar, está todo ya tramitado y no tengo nada más que decir". Ante la insistencia de un medio de comunicación ha afirmado que el tema le "preocupa", pero no va a "hablar todos los días de lo mismo".

Tal como ha venido revelando este periódico, María José Alcón, concejala de Cultura en el año 2006, protagoniza junto con el exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, unas grabaciones en las que ambos hablan del cobro y reparto de comisiones, algunas vinculadas, según ha denunciado Esquerra Unida, a contratos de la Mostra de Cine.

Ya con las primeras grabaciones, Alcón fue suspendida de militancia por el PP y Rita Barberá asumió tal decisión, asegurando incluso ante la prensa que «quien renuncia a lo más, renuncia a lo menos», en alusión a la lista electoral del PP para las próximas municipales, en las que la exconcejala ocupaba el número 16.

Era una invitación a dejar esa lista y Alcón así lo entendió, por lo que voluntariamente renunció a la candidatura. Pero le quedaba un último paso que dar. Después de una larga enfermedad, María José Alcón, esposa ya del vicealcalde Alfonso Grau, fue recuperada como asesora de Alcaldía, un puesto eventual de libre designación que le garantiza un sueldo de 57.000 euros al año. Y ese privilegio „cargo y salario„ seguía disfrutándolo.

Así pues, desde la oposición se pidió su destitución como asesora y ayer fue el día. Este periódico abundó en las grabaciones y el presidente Alberto Fabra declaró que Alcón debía dejar el cargo de manera inmediata. «Cualquier persona que se le ha escuchado en unas grabaciones que se aleja del comportamiento ético que se exige, no le queda más remedio que abandonar cualquier puesto en la política, sea como cargo público o asesora«, dijo el presidente, quien aseguró, así mismo, que estaba en contacto con Rita Barberá y que ésta permanecía «muy atenta» a la cuestión.

De hecho, apenas unas horas después la alcaldesa, durante un acto de campaña en el mercado del Cabanyal, informó de que la destitución de María José Alcón irá hoy a la Junta de Gobierno. Aunque advirtió que «no hay acusación» y que el caso está únicamente «en el plano mediático», dijo que la tramitación ya estaba hecha y que sería una destitución también «cautelar», lo mismo que su suspensión de militancia.