Son las 11.40 de la mañana del 22 de diciembre de 2011. El PP de Manises ha repartido más de 100 millones de euros en la lotería de Navidad y un gran pellizco ha caído en la Diputación de Valencia. En el despacho presidencial están encerrados celebrando el premio, el presidente Alfonso Rus y su vicepresidente Enrique Crespo, quien es el protagonista de haber hecho ricos a medio PP de l´Horta. En ese momento de intimidad y celebración sólo una tercera persona está con ellos en el habitáculo. Es Rafael Blasco y ha sido el primero en acudir a la plaza de Manises a felicitar a los agraciados. Por la tarde, Levante-EMV confirma que un familiar del policonseller ahora condenado por el caso Cooperación ha sido agraciado con tres décimos premiados con 125.000 euros cada uno.

Esa imagen demuestra la amistad y la confianza que Rafael Blasco y Alfonso Rus han tenido durante su carrera política. Una relación que provocó la ruptura entre Rus y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, cuando liquidó a Blasco tras ser imputado por el fraude en las ayudas a la cooperación valenciana. Rus defendiendo a los imputados y Fabra sacándolos de las Corts.

En los peores momentos de revelaciones del caso Blasco, el exconseller acudía regularmente a la diputación a sentir el cariño y el apoyo moral de Rus. A cambio, asesoramiento político y ayuda en la población inmigrante, que en las municipales de 2011 dieron un buen espaldarazo a Rus para repetir como alcalde de Xàtiva. Una amistad, inquebrantable.