El ex gerente de Imelsa, Marcos Benavent, y autor de las grabaciones que han acabado con la carrera política de Alfonso Rus, Máximo Caturla y Maria José Alcón, colabora ya con la Fiscalía Anticorrupción en la investigación sobre el presunto pago de comisiones y mordidas en varias instituciones. Benavent ya ha entregado al juzgado varios discos duros, con diversa documentación, que los investigadores van a desmenuzar con toda minuciosidad para desentrañar la maraña de la presunta red clientelar que, supuestamente, afectó a la Diputación y al Ayuntamiento de Valencia.

La colaboración de Benavent con la Fiscalía Anticorrupción podría convertirse en la clave de bóveda para la investigación si entrega y ratifica formalmente su participación en las grabaciones que confirman las supuestas mordidas en el área de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, la concesión de residencias, la construcción de VPO y la adjudicación de PAI en administraciones y empresas públicas dirigidas por el PP. Benavent, como interlocutor y autor de las grabaciones, es la única persona que puede aportarlas para que tengan «validez judicial», como sucedió en el Caso Terra Mítica (con las cintas presentadas por el diputado José Camarasa) o el Caso Gürtel (armado gracias a las grabaciones del ex concejal de Majadahonda, José Luis Peñas).

Aunque Benavent fue ayer sumamente cauto y evitó en todo momento responder si ya ha aportado todas las grabaciones que hizo durante años a sus compañeros de partido e instituciones. Tampoco quiso detallar el contenido y quién se verá implicado cuando «empiece a tirar de la manta». Pero el terremoto que se generará será de magnitud máxima. «Voy a provocar mucho daño, pero la gente ha de saber la verdad. Va a salir mierda a punta pala. Siento el daño que pueda provocar, pero es lo que hay. No puedo hacer otra cosa. Tengo que ser coherente».

«Yo no he filtrado las grabaciones»

El antiguo delfín de Alfonso Rus ni siquiera quiso confirmar que su antiguo mentor es quien aparece contando dinero con él. «Hay cosas que no puedo decir. Al colaborar ahora con la Fiscalía, del tema de las grabaciones no puedo hablar». Sobre el famoso «mil, dos mil...» Benavent respondió socarrón: «Supongo que seré yo.... No voy a hablar del contenido de las grabaciones, pero son verdad. Las hice yo». Aunque se curó en salud. «Yo no las he filtrado, pero digo que son verdad. Yo no las tenía en su momento. El que las ha filtrado, él sabrá. Ha ido dosificándolo».

El ex gerente de Imelsa ni siquiera entró al trapo de preguntas más directas. «¿La jefa es Rita Barberá? ¿Era una práctica habitual en el PPCV robar y llevarse mordidas?» se le insistió por activa y por pasiva. «No voy a hablar de eso...» Aunque el torpedeo de preguntas no cesó: «¿Alfonso Rus sabía lo que pasaba en la Diputación, era una persona corrupta?, ¿cogía dinero?». Benavent permaneció impasible. «Eso se lo tendréis que preguntar a él».

Ni siquiera sabe cuántas horas de grabación pudo acumular en su obsesión por documentar las corruptelas en las que participó activamente. «No me acuerdo. No tengo ni idea cuántas horas hay. [Hay que] tener en cuenta que esas grabaciones tienen más de diez años».

Una desmemoria, evidentemente impostada, porque su intención es «contar toda la verdad y colaborar con la Fiscalía Anticorrupción».

Benavent no rehuyó su responsabilidad en la supuesta trama que, asegura, va a ayudar a destapar: «Lo siento mucho. Soy culpable de mis acciones. He sido inconsciente, he vivido en la inconsciencia y esta es la movida que está montada. Es lo que hay y voy a intentar reponer todo lo que pueda y asumir la pena que me sea impuesta».