La Policía Local está impulsando esta semana en Valencia una campaña de vigilancia y control sobre el consumo de alcohol y drogas al volante, bajo la coordinación de la Dirección General de Tráfico (DGT) y con la colaboración de la Concejalía de Sanidad, a través del Plan Municipal de Drogodependencias, según ha informado el Ayuntamiento de la ciudad en un comunicado. Así, desde ayer y hasta el próximo domingo, agentes del cuerpo policial intensificarán la vigilancia sobre el uso de alcohol y otras sustancias estupefacientes por parte de los conductores, adhiriéndose, como en años anteriores, a la campaña impulsada desde la DGT, quien ha pedido la colaboración de los ayuntamientos en esta acción de sensibilización y control.

En junio del año pasado, la Policía Local de Valencia efectuó un total de 858 controles de alcoholemia, con un porcentaje de positivos del 6,29 por ciento. La iniciativa forma parte del programa de Campañas y Operaciones de Vigilancia y Control de la Dirección General de Tráfico para el año 2015. Según los datos de la DGT, el alcohol está presente, como factor concurrente o desencadenante, en un tercio de los accidentes mortales. Según el Ayuntamiento, su presencia en la conducción dependiendo de su tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente. Además, no sólo está relacionado con una mayor accidentalidad sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor vinculado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.

No obstante, la Dirección General de Tráfico ha detectado un cambio de comportamiento de los ciudadanos que ha hecho que el porcentaje de positivos detectados descienda en el último decenio, pasando del 5,1 al 1,7 por ciento. Sin embargo, según la Policía Local, el objetivo prioritario es conseguir bajar del 1 por ciento los positivos de alcoholemia en los controles preventivos aleatorios.

Conducir después del consumo de sustancias psicoactivas es un hecho frecuente en España, con un porcentaje del 17 por ciento de los conductores. Aparte del alcohol, casi un 11 por ciento de conductores conduce tras haber consumido alguna sustancia que pueden afectar la capacidad para una conducción segura. El cannabis (THC) y la cocaína son las dos sustancias más frecuentemente halladas.

Los límites máximos de alcohol permitidos por la normativa vigente para conducir son 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre „ 0,3 en el caso de conductores noveles y profesionales„, y 0,25 miligramos por litro en aire espirado „ 0,15 para noveles y profesionales„. La ley prohíbe conducir con presencia de drogas en el organismo del conductor, quedando excluidas las sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y terapéutica.