La Reserva de Valdeserrillas, en el municipio valenciano de Benagéber, recibirá hoy «entre cuatro y seis» ejemplares de bisontes europeos que tras un periodo de adaptación formaran parte de los atractivos de este espacio en el que se ofrecen visitas a escolares y familias y safaris fotográficos.

Los promotores de la iniciativa no han desvelado por el momento ni el origen ni tampoco muchos datos sobre destino final de los bisontes, más amigos de los bosques llanos de centroeuropa que de la abrupta geografía de Los Serranos.

Según aseguran, los bisontes , así como el resto de fauna presente en la reserva, podrán ser observados desde «hides» fotográficos.

La reserva de Valdeserrillas, de propiedad municipal, es un espacio medioambiental en el que el Icona desarrolló desde 1972 diversos proyectos para el estudio, conservación y reintroducción de especies cinegéticas en la comarca de los Serranos.

Según los promotores, la reserva se sitúa al norte de Benagéber, en el límite con Tuéjar y tiene una superficie de 330 hectáreas aproximadamente, «con predominio de zonas abruptas y áreas en pendiente; en algunos parajes pronunciada».

Con la transferencia de las competencias del Icona a la Generalitat Valenciana, la reserva fue perdiendo actividad, recuperada por el ayuntamiento y reconvertida en un centro de ocio familiar y escolar, vinculado a la naturaleza que en los últimos años se complementaba con otras actividades realizadas en el contiguo embalse de Benagéber.

Un viejo conocido

El bisonte europeo Bison bonasus, fue en épocas pretéritas una de las fuentes de alimentación del hombre prehistórico y así queda reflejado en manifestaciones artísticas situadas en cuevas y abrigos.

Sin embargo, su gran volumen y el acoso al que fue sometida esta especie para alimentar a una Europa sometida a periódicas hambrunas hizo que la presencia del bisonte acabara reducida a un pequeño enclave de Polonia donde en 1919 murió el último bisonte en libertad.

Sin embargo, la presencia de unos 50 ejemplares en zoológicos y reservas, permitió en 1923 iniciar el proceso de recuperación de la especie con 12 ejemplares aclimatados en el Parque Nacional del Bosque de Bia?owieza en Polonia.

En 2011 se estimó que la colonia europea de bisontes era de unos 4.000 ejemplares, aunque muchos de ellos descendientes del grupo inicial, por lo que existen graves problemas de consaguinidad que representan una amenaza permanente para la especie.

En España, el bisonte europeo ha sido reintroducido, aunque no en libertad, en el municipio palentino de San Cebrián de Muda (Palencia), Siero y Villayon (Asturias).

Existe también un proyecto denominado Paleolítico Vivo, en Salguero de Juarros, cerca de Atapuerca, que pretende reproducir con bisontes y caballos Tarpan el ecosistema de los antiguos habitantes de la zona.