La Conselleria de Educación, a pesar de estar en funciones, ha puesto el acelerador para que su última orden sea la de que el próximo curso escolar arranque el jueves 3 de septiembre en todas las etapas. Una postrera decisión del Consell del PP contra la que ya luchan la futura coalición que tratan de embastar socialistas y Compromís en su camino hacia la Generalitat, así como Podemos el tercer posible «socio» para propiciar el cambio de gobierno. Las tres formaciones anunciaron ayer por separado que si la consellera Mª José Català no da marcha atrás, una de sus primeras resoluciones tras la toma de posesión será anular el tempranero inicio de curso para pactar con la comunidad educativa un nuevo calendario en el que las clases comiencen la segunda semana de septiembre.

Así lo asegura el líder del PSPV y candidato a presidir la Generalitat, Ximo Puig, que ayer en declaraciones a Levante-EMV se mostró «en contra» de que las clases empiecen en la primera semana de septiembre. Puig aboga por «pactar el calendario escolar con la comunidad educativa». En este sentido, apuesta por «restaurar el diálogo frente a la conflictividad con todos que busca la actual conselleria». Para ello, avanzó su voluntad de «cambiar la composición del Consejo Escolar de la Comunitat Valenciana para que vuelva a ser un órgano de diálogo y entendimiento y no un apéndice del ordeno y mando de la conselleria».

Además, el secretario de Educación del PSPV, Miguel Soler, exige a la consellera Català que retire su propuesta de calendario escolar porque esa tarea «corresponde al nuevo Gobierno de la Generalitat». Soler propone que las clases comiencen una semana más tarde, el jueves 10 de septiembre, pero como señala Puig incide en negociar con la comunidad educativa «para concretar cuál es el calendario más adecuado».

Paralización de las instrucciones

Desde Compromís, el diputado electo Vicent Marzà, insiste en la necesidad de pactar el calendario escolar, por lo que exige que «se paralicen inmediatamente las instrucciones de inicio de curso y el calendario escolar para que se apliquen consensuados con la comunidad educativa: docentes, madres y padres, expertos, etc...». «María José Català tiene que dejar de hacer daño a la educación valenciana inmediatamente: su tiempo en el Consell y sus políticas se han acabado, y cuando antes lo asuma mejor por el bien de todas y todos», añade.

Marzà critica también que «algunas áreas del Consell, como Educación, continuan actuando como si las urnas no se hubieran pronunciado por un cambio profundo en las políticas y la formas de hacer». De este modo, asevera que la mesa técnica «de una conselleria en retirada», en alusión a la reunión en que hoy Educación y los sindicatos docentes negociaran el calendario escolar, «no debe decidir cosas que marquen todo el desarrollo docente del curso 2015-16». «No queremos más hipotecas de la gestión de María José Català, ya tenemos bastantes».

Al bloque contra el inicio de las clases el 3 septiembre también se suma Podemos, cuya diputada electa Sandra Mínguez reclama la retirada del proyecto de calendario escolar. Mínguez, que recuerda que el «prematuro» inicio de las clases este curso también el día 3 produjo multitud de protestas e incluso, en algunos casos, la suspensión de las clases por el calor extremo en las aulas, cuestiona la legitimidad de un Consell en funciones para decidir sobre el próximo curso. Por este motivo reprocha a la conselleria que, a pesar de que probablemente el PP ya no seguirá al frente de la Generalitat, «quiera hacer cargar con las consecuencias de una mala decisión a quienes no la han adoptado».

Conselleria justifica el adelanto

Fuentes de la Conselleria de Educación rechazaron hacer cualquier declaración sobre un proyecto de calendario que se va a negociar hoy en la mesa técnica con los sindicatos docentes. Todos ellos solicitan en bloque que el curso comience en la segunda semana, para así facilitar la organización de los centros y evitar el calor en las aulas.

Educación defiende que las clases comiencen el tercer día laboral de septiembre en aras de «favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral, dado que las familias podrán escolarizar a sus hijos desde los primeros días del mes». Respecto a la precipitación, dicen que la conselleria «ha demostrado este curso, adjudicando todas las vacantes antes del 31 de julio y con otra extraordinaria el 2 de septiembre para las bajas de última hora, que se puede comenzar el día 3 con todos los docentes en sus puestos».