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Una controversia periódica

Doscientos años de partidarios y detractores de las vacunas

Richard J. Roberts arremete contra las multinacionales porque «no buscan la cura de enfermedades»

Doscientos años de partidarios y detractores de las vacunas

Mientras decenas de familias valencianas viajan a Andorra o Portugal para ejercer de «contrabandistas» y traerse las dosis necesarias de la vacuna de la varicela que no pueden encontrar en las farmacias por la estricta prohibición de su venta por parte del Ministerio de Sanidad, otros 555 padres y madres de la C. Valenciana, concentradas mayoritariamente en Denia y Alcoi, no quieren saber nada de vacunas y han optado por criar a sus hijos sin la correspondiente protección inmunitaria que aconseja „no es obligatorio„, el Calendario Vacunal Infantil al que anualmente se adhieren unos 700.000 niños, según informó a Levante-EMV el jefe de servicio de Salud Infantil y de la Mujer, José Antonio Lluch.

El ingreso en el hospital Clínico de Valencia de dos adolescentes que acababan de ser vacunadas contra el virus del papiloma humano en 2009, el primer año que la conselleria puso en marcha el programa, se convirtió en uno de los principales vértices del movimiento antivacunas en España, no solo a través de los padres afectados, sino también de un grueso número de profesionales sanitarios liderados por el catedrático de Salud Pública Carlos Álvarez-Dardet que inició una campaña de recogida de firmas para mostrar el desacuerdo de los profesionales de la medicina con esta vacuna.

El experto sostiene que vacuna contra el virus del papiloma se «oficializó» tras la presión que ejercieron los laboratorios farmacéuticos, «y ante la dejación de responsabilidades por parte de las autoridades sanitarias y las sociedades científicas». En su manifiesto, el catedrático asegura que la citada vacuna que se administra para proteger contra el cáncer de útero, «no es necesaria, ni efectiva y ni siquiera „resalta„ es segura». Dardet explica que solo protege frente a dos o cuatro „depende de la marca„ de los cien virus del papiloma humano que existen y que su tiempo de protección es de 18 meses.

Desde la conselleria, por el contrario, se indica que el producto «es muy seguro», aunque también se apunta que los resultados dependen de «la interpretación de los datos» y que una reacción adversa debe llevar consigo un proceso de análisis. «No se puede considerar que no sirva para nada y que no sea segura», indica Lluch.

Lo que sí se ha convertido en una amenaza para la vida de un niño de 6 años de Olot es la difteria que le ha llevado a la UCI por no estar inmunizado contra esa enfermedad, cuya vacunación masiva en España comenzó a finales de los sesenta. Los dos últimos casos de España se declararon en 1986, en la C. Valenciana, en 1982 y el último en Valencia, en 1975,«Es una enfermedad que casi no han visto los pediatras, el riesgo ahora es muy bajo y desde hace cinco-seis años la cobertura vacunal es del 95 %», declaró el jefe de servicio de Salud Infantil y de la Mujer.

Tras la noticia del niño enfermo, varios padres que no habían vacunado a sus hijos han hecho consultas a centros de salud para saber qué pueden hacer para inmunizarlos

Desde el año 2000, el Sistema de Vigilancia Epidemiológico informa cada tres meses a todos los departamentos de salud de la cobertura de vacunación que hay por centro de salud con la instrucción a los técnicos de Salud Pública de que revisen las zonas que están por debajo de los límites de infectividad marcados según la enfermedad.

Por ejemplo, para el sarampión se exige el 95 % mientras que para el tétanos-difteria un 90 % es un «nivel alto de protección». Cuando en una zona se detectan niños sin vacunar, se hace una captación activa y se localiza a la familia por teléfono o por carta. «A pesar de eso „indica Lluch„ hay padres que no quieren vacunar a sus hijos».

El jefe de servicio afirma que las 555 familias de la C. Valenciana que rechazan la vacunación infantil representan el 1,3 % del total.

Ese es el caso de Virgina, madre de dos niñas de 15 y 6 años. «Cuando di a luz a mi primera hija me informaron que las vacunas eran un negocio de las multinacionales, empecé a investigar el tema y ví que era así», indica esta mujer de 39 años que asegura que sus dos hijas han pasado la varicela en un solo día, mientras que otros niños vacunados estuvieron varios días enfermos y peor».

Cuenta también que el abuelo de una de sus hijas murió tras la vacuna de la gripe y que ninguna ha tomado antibióticos. «A veces se han puesto malas unos días, como todo el mund0, pero ya está, y alguna vez las he llevado a un médico privado porque el público lo primero que piden es la cartilla de vacunación que no tienen».

Enfermedades difíciles de contraer

El experto en vacunas de la conselleria sostiene que aunque en 2013 se diagnosticaron 3 casos de sarampión en la C. Valenciana en niños no vacunados, esta enfermedad es difícil de contraer, precisamente, por la alta cobertura de vacunación. En ese mismo grupo de patologías infecciosas difíciles de desarrollar en este momento se encuentran la polio, el tétanos y la difteria que se considera «muy excepcional», igual que la hepatitis B. Otra de las enfermedades de este grupo es la meningitis C „«hace años que no tenemos casos gracias a la vacunación»„ y las causadas por el hemophilus influenzae (meningitis, epiglotitis, sepsis, neumonía) que antes de la vacuna eran frecuentes y ya no.

Lluch tiene claro que las empresas farmacéuticas tienen un ánimo de lucro y que cuanto más ganen, mejor, «pero las vacunas se dan a personas sanas y niños y son especialmente controladas en seguridad y efectividad». Desde 1992 a 2015, el calendario de vacunación se ha modificado en doce ocasiones. En la C. Valenciana hay 1966 puntos de vacunación: 1.298, públicos y 668 privados, autorizados por la Administración.

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