Como si estuviera ajeno a todo el trasiego de pactos, declaraciones y ruptura de negociaciones, Antonio Montiel, secretario general de Podemos, la formación que da la mayoría a la izquierda; recibe a Levante-EMV en su despacho de profesor asociado en la Universitat de València. Montiel sigue perplejo ante la polémica entre Compromís y el PSPV e insiste en que Mònica Oltra, Ximo Puig y él deben volverse a sentar.
El PSPV ha suspendido las conversaciones...
Esa opción de pactar con Ciudadanos que han elegido los socialista supone un gobierno de inestabilidad. Un gobierno precario mediatizado por el PP, que es la gente que los valencianos quieren fuera. El PSPV no puede cometer ese error histórico de no impulsar un gobierno de progreso. Hay que volver a la mesa y hablar con toda claridad.
Per ha habido mucha tensión, ¿qué piensa Antonio Montiel de esta situación?
Estoy satisfecho, por una parte, porque Podemos ha sido decisivo a la hora de marcar una agenda de trabajo y de poner trellat. Nuestro empeño ha sido poner fuerza y conocimiento. Pusimos la fecha de la reunión en la que hablaron por primera vez y ahora un esfuerzo fuerte por cerrar las líneas del cambio. El pacto del Botánico. Estamos haciendo las cosas bien pero se trata de superar personalismos.
Eso del pacto del Botánico era factible hasta ayer.
Lo que pasa es que hay personalismos. Desde nuestra posición resulta curioso que los partidos lleven a las negociaciones al banquillo de los veteranos. De alguna manera esto lleva a malentendidos porque los viejos del lugar se dicen cosas con la intermediación de los medios. Eso es un defecto del banquillo de los veteranos que la gente joven no tiene.
Habla de política de personalismos pero, una vez conseguido el qué en el pacto del Botánico habrá que decidir el quién. El PSPV quiere cerrarlo ya y Compromís cree que hay tiempo.
Creo que podrían llegar a un acuerdo en 48 horas si quisieran. Las entidades ciudadanas se lo han dicho y hace falta dar seguridad. Me gustaría que se llegara a un acuerdo en poco tiempo.
¿Antes de la constitución de las Corts?
El día 11 no necesariamente tiene que condicionar el acuerdo de gobierno pero ayudaría mucho tenerlo clarificado.
¿Aceptaría presidir las Corts?
No tenemos ningún interés. La presidencia de las Corts es un órgano demasiado solemne. Lo que nosotros representamos de frescura, nuestra irreverencia social no casa bien con la institución.
Oltra asegura que tiene 32 diputados, sus 19 más los 13 de Podemos. ¿Montiel lo ratifica?
Mònica Oltra tiene 19 diputados y nosotros tenemos una sintonía bastante fuerte en lo que representa el cambio. Y pensamos que ese cambio está encarnado en las fuerzas emergentes. Hemos constatado que en las negociaciones del pacto de cambio el PSOE ha tenido que incorporar nuestras propuestas. Tanto Compromís como Podemos representan una cosa nueva. El Partido Socialista es un partido, y se lo dije a Ximo Puig, en declive. No es solo aritmética, hay que tener en cuenta la evolución de hacia dónde va la sociedad.
¿Quién liderará ese cambio?
Si de nosotros dependiera, sería Mònica Oltra presidenta. Pero hemos de ser conscientes de que es necesario un acuerdo más amplio.
¿Qué significa más amplio?
Nosotros queremos un gobierno estable y que tenga una legislatura por delante para hacer cumplir las líneas de cambio que se han acordado. Y eso quiere decir que no se puede hacer un gobierno con 32 diputados. Lo que el lunes abrieron Oltra y Puig debería continuar. El mensaje es que nosotros no estamos aquí para ser los notarios de un pacto entre el PSPV y Compromís. Somos decisivos y partícipes de ese acuerdo y aportamos la responsabilidad de que el gobierno tendrá estabilidad.
¿Si Oltra es presidenta Podemos estará en el Consell?
En principio no tenemos ningún interés en estar. Pero para esta decisión debemos convocar a la asamblea ciudadana.
¿Y en el caso de que sea Puig?
Nosotros no entraríamos en un gobierno presidido por el partido socialista.
¿Conocía la reunión entre Pablo Iglesias y Mònica Oltra?
Sabía que habría un encuentro. Pablo Iglesias y yo estamos en contacto permanente. El fin de semana tuvimos una reunión con Iglesias y anoche mismo mandaba unas notas sobre la situación valenciana. Pero no hay que perder de vista que la dirección estatal mira más allá. La reunión con Oltra, que fue personal y breve, no era específica para hablar de la C. Valenciana. No era una reunión secreta. Los ejes de la información de la línea estratégica que verbaliza Pablo Iglesias pasan por lo que debate la dirección autonómica.
¿No se siente desautorizado por Pablo Iglesias?
No. Los tiempos se percibe de manera diferente aquí y allá, pero desautorizado nunca.
¿Qué opinión tiene que haya declaraciones públicas cruzadas entre Puig y Oltra?
A mí no me gusta la lógica del paseo por los platós de televisión. Las televisiones generan una necesidad de espectáculo que, a lo mejor, a alguien le puede llevar a perder el Norte.
¿Si Puig es presidente y Podemos se abstiene, aprobarían los presupuestos de ese gobierno?
Esa es una buena estrategia. Pactar en las Corts. Tenemos una doble preocupación, hacer las Corts participativas y un perfil propio, y llevar la voz de la ciudadanía a la Cámara. Queremos un gobierno estable y eso que sabemos que será una legislatura compleja.
¿No habrá injerencias desde Madrid?
Las opiniones de Pablo Iglesias son las opiniones de un militante más. Hay que distinguir cuando Iglesias dice que prefiere a Oltra de presidenta, con quien tiene afinidad personal, y otra cosas es cuado dice que en cada autonomía la dirección territorial llevará las negociaciones. Mi sintonía con la gente de Compromís es que nos hemos conocido en las calles y el PSPV ha sido más institucional.
¿Con quién habla más, con Oltra o con Puig?
Últimamente las conversaciones son muy informales. Aunque parezca de adolescentes nos enviamos whatsapps. Creo que hace falta una nueva reunión a tres.
¿Antes de mañana?
Me gustaría que fuera cuanto antes. Porque creo que si tenemos la líneas del cambio deberíamos dar alguna formalidad a ese documento.
¿Del quién?
Claro, al menos del quién en las Corts. El azar y las emociones juegan un gran papel en política pero debemos dar una imagen de sensatez.
