Todos los partidos que hoy protagonizarán la constitución de las Corts quieren quitar importancia a la elección del presidente de la Cámara y desvincularla de la posterior investidura del presidente de la Generalitat. Pero el acuerdo que salga hoy para nombrar al socialista Francesc Colomer segunda institución de la Comunitat Valenciana condicionará los futuros pactos para dirigir la administración autonómica.

Si el PSPV aceptara los votos de Ciudadanos para la presidencia y devolviera su apoyo al partido de Albert Rivera para la vicepresidencia, las relaciones entre los socialistas, Compromís y Podemos quedarían heridas de muerte, pese a las decenas de ayuntamientos donde han llegado a acuerdos. De hecho, sería muy difícil, aunque no imposible, que se llegara a un pacto para la Generalitat. La coalición alegaría que su programa electoral contempla que la jefatura del Consell y la presidencia de las Corts deben ser de partidos diferentes. Sería muy complicado reconducir esta situación.

Por su parte, si el apoyo para que Colomer sea presidente fuera de Compromís y Podemos, el pacto de progreso se acercaría pero posiblemente se tensarían las relaciones con Ciudadanos, pese a que el partido de Albert Rivera dijo ayer en un comunicado que «la composición de la mesa de la cámara autonómica no ha de condicionar la presidencia de la Generalitat Valenciana».

Pero esta elección tampoco sería un camino de rosas por el mismo argumento que si el apoyo fuera de Ciudadanos. Compromís defiende que la presidencia de la Generalitat no puede estar en las mismas manos que la presidencia de las Corts. En este caso, el presidente sería socialista y el vicepresidente de Compromís. Fuentes de la coalición explicaron que en caso de que Mònica Oltra fuera presidenta no habría problema, pero que si fuera Ximo Puig el investido, con casi toda seguridad Francesc Colomer debería abandonar el cargo institucional para que Enric Morera, de Compromís, pasara a ser presidente de las Corts.

En estos momentos está todo abierto. Ayer por la noche el PSPV barajaba las dos opciones y sus argumentos a favor y en contra. Ximo Puig es partidario de un pacto de izquierdas, pero las negociaciones se han tensado tanto que optó por la vía Ciudadanos, que tampoco le garantiza estabilidad porque necesita de la abstención del PP.

Ayer, Compromís estuvo durante toda la jornada emitiendo mensajes de normalización de las relaciones. «No pedimos nada a priori, solo pactar un programa y un gobierno», explicaban en su cuenta oficial de Twitter. Por su parte, Enric Morera aseguraba que propiciará un acuerdo con los socialistas y Podemos.