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Entrevista | Ricard Pérez Casado

"Llevo 50 años esperando a quien hablara valenciano y creyera en la ciudad y el país"

Me contentaría con que devolvieran la ciudad a los ciudadanos, que podamos estar todos más contentos en ella» asegura el exalcalde de valencia

"Llevo 50 años esperando a quien hablara valenciano y creyera en la ciudad y el país"

Ricard Pérez Casado dirigió Valencia en algunos de los años más importantes de su historia. Clave para entender la ciudad actual, a sus 70 años sigue teniendo mucho que decir sobre política municipal. Insiste en la Gran Valencia, concepto que toma prestado de otras ciudades y que habla de la relación que Valencia tiene con los municipios que se encuentran en su área metropolitana o de influencia. También es un socialista convencido tras varias décadas y una de las voces más autorizadas para explicar al nuevo alcalde, Joan Ribó, qué se va a encontrar hoy encima de la mesa de su despacho en la Alcaldía.

No se ha prodigado por el ayuntamiento en los últimos años pero ayer quiso estar en el ayuntamiento. ¿Qué significa su presencia?

La cortesía obliga. Yo quería ser un ciudadano demócrata, que lo soy, y quería saludar un tiempo nuevo que se abría para mi ciudad. Me invitaron desde Alcaldía.

¿Qué habló con Ribó?

Le saludé en la calle y le dije, «ahora te toca a ti y a los tuyos». Le felicité porque he pasado 50 años esperando a alguien que hablara valenciano y que creyera en la ciudad y en el país, y creo que esas tres cosas las tiene. También le dije, ya en clave menos seria, que nos dejara a niños y mayores andar por las aceras, con todo lo de la bici que quiere potenciar. A los 70 ya no conviene ir en bicicleta (risas).

¿Cómo ve el nuevo pacto de izquierdas?

Es una izquierda plural y democrática. Me contentaría con que devolvieran la ciudad a los ciudadanos, que podamos estar todos más contentos en nuestra ciudad. El modelo de la derecha está agotado y era agotador. Pero los que vienen ahora tienen experiencia y saben de lo que hablan. Alguien puede hablar de Frente Popular, pero yo prefiero este tripartito que un Frente Nacional.

¿Qué ciudad recibe el nuevo gobierno? ¿Cuáles son sus principales retos?

Tiene uno fundamental: el área metropolitana. La ciudad real son 45 municipios. Lo que es cierto es que no se acaba en la Ronda de Trànsits. La visión de la derecha se quedaba ahí. Las aguas fecales y las aguas potables no saben de límites y el transporte y la movilidad metropolitana son fundamentales porque entramos y salimos como queremos de la ciudad. El transporte de Valencia debe ser financiado como el de Madrid y Barcelona. Nos tienen que devolver la ciudad a la ciudadanía. Hay que tener en cuenta que hay gente que me para y nos dice, «lo que usted nos decía no era del todo verdad, pero era bonito».

¿Qué ciudad dejó usted? ¿Cuánto de lo que consiguió Rita Barberá puede atribuirse a ella y cuánto a su legado?

Estoy muy contento del Jardín del Turia. Es el único proyecto europeo con más de 120.000 opiniones. Siempre les dije a nuestros concejales que lo más importante era el compromiso con los ciudadanos. Teníamos que hacer una ciudad que durara, y de eso se ha aprovechado Barberá. Recuerdo el día en el que pedí el plano del Parc Central y alguien me dijo, «eso no nos va a dar tiempo». Yo contesté: «ya lo sé, pero se hará un día».

Usted impulsó el PGOU de 1988 y el nuevo tripartito tendrá, con toda seguridad, que enfrentarse a una revisión del mismo. ¿Algún consejo?

Ha de ser metropolitano y estratégico. Un gobierno tan centralista como el francés está estudiando el gran París. Vayamos por donde van. En Inglaterra está el Greater London Council.Hacen falta proyectos urbanos. ¿Qué hacemos con el Cabanyal?

Usted vivió la conocida como «batalla de Valencia». ¿Cree que aún se pueden extraer réditos políticos del tema identitario? El PP ha repetido varias veces en la campaña la afinidad pancatalanista de Compromís.

Han agitado el fantasma pero esta sociedad también ha madurado. Los que van a formar la mayoría hicieron discursos conciliadores y enraizados en la cultura local. También hay que tener en cuenta la competitividad de la ciudad. Si sólo se mira hasta la ronda o hasta la Marina Real, nos olvidamos de que el corredor mediterráneo es imprescindible, hay que cooperar con Barcelona. Luego el mejor gestor se quedará el negocio, como en los puertos.

¿Cómo ve la aparición de València en Comú?

Ha sido una sorpresa y comprendo la perplejidad en gentes que hemos estado en partidos tradicionales. La aparición de gente de izquierdas es un toque de atención a nuestra organización política. Se lo tiene que hacer mirar. Hay que ver si el conjunto de elementos que reivindican antes los reivindicaba el PSPV. El «horror vacui» también existe en política.

¿Cómo valora el trabajo del PSPV en la oposición estos años? ¿Qué espera de Calabuig estos cuatros años en el poder?

Es un hombre tenaz con una cabeza ordenada. Hizo un discurso muy prudente, mesurado y de contenidos.

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