Cara a cara, mirándose a los ojos y en torno a una mesa y unas viandas. Por el método clásico. Ximo Puig y Mònica Oltra, futuros presidente y vicepresidenta del Consell de izquierdas, se han sentado a comer este mediodía para intentar avanzar en la negociación para conformar el gobierno, empantanada en torno al reparto de las áreas de gestión. Al almuerzo, en un restaurante céntrico justo detrás de la sede socialista de Blanquerías como ha podido comprobar este diario, ha asistido también el diputado socialista Manolo Mata, que será el síndic socialista en las Corts recién constituidas y mantiene una excelente relación personal con Oltra. La reunión de las comisiones negociadoras de ambos partidos, celebrada ayer en la sede socialista, apenas dio para alguna declaración genérica de cara a la galería y a los titulares de prensa, como el compromiso de reducir la Generalitat paralela conformada por servicios privatizados o una auditoría para conocer al detalle la situación de la Administración autonómica.

Nada en concreto sobre quién gestionará qué ni sobre la estructura de la Generalitat. De hecho, en ese encuentro nadie expresó su voluntad de controlar unas conselleries concretas. Compromís celebró anoche un encuentro para perfilar su posición en este sentido, según fuentes de la coalición. Coinciden con fuentes de Blanquerías en que la formación que controle Sanidad no gestionará Educación, mientras que tampoco se acumularán en el mismo lado Economía y Hacienda. La parte del león, con su presupuesto y sus focos de tensión, será repartida.