Una plaga de insectos provenientes de los árboles del jardín de las Corts Valencianes lleva tres noches entrando en las casas de la calle Conde Trénor de Valencia que recaen a este recoleto espacio verde. Desde las lluvias del martes, que avivaron los insectos, el techo de estas viviendas se llena de insectos negros si las ventanas permanecen abiertas. Anteayer, desde la finca afectada se informó a los responsables de mantenimiento del parlamento autonómico del problema y de las molestias ocasionadas: no se pueden abrir las ventanas para cocinar por la noche ni para dormir, con los olores y el calor que ello acarrea.
El funcionario prometió una solución: iba a dar indicación de que se fumigara. Sin embargo, el problema continuó la noche siguiente. Tras una nueva queja de que el contratiempo continuaba, que los bichos seguían entrando y que las labores de fumigación no se llevaban a cabo (24 horas antes se ha de informar para cerrar ventanas y no tender ropa, y ese aviso todavía no se ha realizado), las explicaciones aportadas ayer por los responsables de mantenimiento de las Corts fueron que esa fumigación necesita un periodo de «una semana» para llevarse a cabo. Que el mismo tiempo tardaría en acometerse si los afectados fueran el hemiciclo y sus diputados. Y que el cambio de gobierno y la conformación de las Corts obliga a priorizar las energías de la institución por delante de las molestias que unos insectos puedan ocasionar a los vecinos. «Esto ya no funciona como antes. Para gastar cualquier cantidad de dinero, como en una fumigación, se ha de comparar presupuestos y pedir la autorización del responsable. Y si ese día tiene que firmar otras cosas, ha de esperarse a otro día», fue la respuesta de por qué no se autorizaban ya las labores de exterminación de los insectos. Desde las Corts señalaron que las cosas no van tan deprisa, pero que hay buena voluntad de no molestar a los vecinos, como siempre.
Cada mañana, el servicio de jardinería recoge hasta la última hoja del jardín de las Corts. Los diputados lo encuentran impoluto. Los insectos que afectan a los vecinos, en cambio, requieren de una burocracia con otro tempo más lento. Y más aún si hay un cambio político por medio.
