La Conselleria de Sanidad mantiene clasificados a los ciudadanos de la C. Valenciana en nueve categorías, las mismas que incluye un software clínico que la Administración sanitaria compró a la multinacional americana 3M Health Information Systems que, además, sirve para evaluar la productividad de los médicos y enfermeros de los 276 centros de salud y 575 consultorios auxiliares de atención primaria.
Aunque los Grupos de Riesgo Clínico (Clinical Risk Groups) americanos catalogaban a la población en 1.076 categorías, la conselleria decidió resumirlos en nueve: sanos (1), agudos (2), crónicos con una enfermedad menor (3), crónicos con varias enfermedades menores (4), crónicos con una enfermedad moderada (5), crónicos con varias enfermedades moderadas (6), crónicos con tres o más enfermedades de importancia elevada (7), oncológicos (8) y pacientes de extrema gravedad (9).
La conselleria indicó ayer a Levante-EMV que el software se adquirió hace siete años y que otras comunidades autónomas también utilizan el mismo programa informático de la firma 3M.
El indicador que evalúa «la desviación en el importe ambulatorio por paciente según morbilidad Farma-Index», que es uno de los indicadores que la conselleria utiliza en atención primaria para medir la eficacia del trabajo del médico de familia con los enfermos más graves y, en consecuencia, abonarle o no el plus de productividad también se diseñó con la aplicación de la multinacional.
Lo que este indicador exige al médico es que el gasto o consumo del enfermo se ajuste a la gravedad del paciente. La directriz de la conselleria es que debe ajustarse en un 90 %.
«Si hay algún paciente que teniendo la misma carga de enfermedad que el resto del grupo tiene mayor prescripción, esto suele corresponder „indica la conselleria„ a un uso inapropiado de la medicación que puede tener consecuencias negativas en la salud del paciente».
Médicos de primaria consultados por este periódico lamentaron que en los indicadores de gestión solo se tengan en cuenta las medidas del control del gasto farmacéutico o de las bajas y que el seguimiento de un paciente crónico, como es el control de los diabéticos o de los hipertensos, hayan desaparecido completamente de los objetivos que deben alcanzarse para 2015.
