A menos de 48 horas de su investidura en las Corts como presidente de la Generalitat, Ximo Puig avanzó anoche las que serán las líneas prioritarias de la acción del Consell de coalición conformado por socialistas y Compromís. La «hoja de ruta está marcada: conseguir más recursos, gestionarlos y reasignarlos mejor», apuntó durante la entrevista que le realizaron en el programa «Raonem», de Levante TV. Lograr más dinero pasa necesariamente por reivindicar una reforma urgente del sistema de financiación autonómico, que asfixia a la Comunitat Valenciana. «Es elemental que hay que llegar a la media de la financiación y claramente tenemos que luchar por una quita a medio plazo», sentenció Puig, quien se mostró combativo en este punto, consciente de que sin suficiencia financiera se complica la gestión, y tras recordar que el «déficit de financiación alcanza los 16.000 millones de euros».

«No es un problema de nacionalismo, ni de victimismo, sino de igualdad y de justicia. No pedimos nada del otro mundo, sino que se nos trate con igualdad», agregó, a la vez que abogó por hacer causa común con otras comunidades también infrafinanciadas en aras de lograr la reforma. La Generalitat que se encontrará el nuevo Consell «está de hecho intervenida». «Tenemos que levantar una hipoteca de 40.000 millones de euros y para ello hay que resolver ese problema», insistió en tono reivindicativo. Sobre la llamada deuda ilegítima, cuya condonación pide Compromís, Puig evitó avalar este extremo y matizó que hay «acciones ilegítimas e ilícitas en el gasto, pero las deudas han de pagarse». «Como ejemplo pongo Canal 9 y sus créditos con los bancos», explicó.

Como ya anunció en precampaña, su primera acción nada más tomar posesión del cargo será recibir a las víctimas del metro y en su primera semana llamará al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle una entrevista en la que le quiere plantear la urgencia de mejorar el reparto de recursos y «poner en evidencia la situación».

En la entrevista realizada por los periodistas Josep Torrent, Sergi Pitarch, Rafael Navarro y Francesc Piera, capitaneados por Gustavo Clemente, el próximo inquilino del Palau apuntó, no obstante, que para hacer posible el «gasto prioritario en temas sociales» hay instrumentos legales e institucionales disponibles. Así, reiteró que la Generalitat se recurrirá a la ley de Coordinación de las Diputaciones, que duerme en la reserva desde que se aprobó en 1983, para que sea la caja de las instituciones provinciales la que costee los planes de emergencia social, como los comedores escolares o la renta garantizada de ciudadanía.

«Hay que llegar al máximo en esa ley para financiar las medidas urgentes» de ese «giro social» que etiquetó como «de centro progresista». En esa línea, Ximo Puig reflexionó sobre el irrenunciable compromiso con el «rescate ciudadano», que consideró una cuestión «humanística».

Lucha contra el fraude

«En muchos países de Europa, evitar desahucios o que una persona no se quede sin agua o sin luz por no poder pagarla», arguyó, «son políticas sociales que aplican hasta partidos democristianos». Además de las diputaciones „hijas del centralismo del XIX, recordó„ también se buscará el apoyo de los ayuntamientos a la hora de abordar las políticas sociales inmediatas. Otra vía para incrementar los recursos, dijo, será el aumento de la recaudación tributaria «reduciendo el fraude fiscal» Para ello, el Consell contará con la Agencia Tributaria Valenciana, que dará la batalla contra el dinero negro, recordó ayer Ximo Puig.