Donde dije digo, digo Diego. La escandalera en torno a la adquisición de 99 iPhone 6 para los diputados de las Corts, que trascendió a los medios a nivel nacional, forzó ayer a dar marcha atrás. Una rectificación que se vistió con tintes de esperpento, ya que los responsables de la institución optaron por negar que en la reunión de la Mesa se hubiera llegado a aprobar la medida, para la que se reservaron 64.200 euros, a 648 euros por terminal. Sin embargo, en la Junta de Síndics posterior a la Mesa, los portavoces fueron informados de que los diputados recibirían rápidamente el «smartphone», ya que la adquisición se realizaba a través del convenio de la Generalitat con Telefónica al que están adheridos, mientras el ordenador portátil que también se iba a comprar a los 99 diputados tardaría más, toda vez que habría que convocar un concurso.

Francesc Colomer, ha dicho hoy que ha ejercido su responsabilidad y no ha firmado la adquisición por lo que se deberá replantear el proceso "con criterios de austeridad y de responsabilidad".

Y ha precisado: "En última instancia es el presidente es el que da el plácet o luz verde a este tipo de decisiones, y yo no tomé esa decisión, a pesar de que era una propuesta de los servicios técnicos y vista en distintos foros".

En declaraciones a los periodistas, Colomer ha reconocido que este asunto "ha despertado mucha controversia, pero no hay rectificación porque en ningún momento se firmó la orden de compra de los teléfonos".

El presidente de Les Corts ha admitido que "históricamente" los diputados de la Cámara han dispuesto de la llamada oficina móvil, con un teléfono y un ordenador, pero ha resaltado que entendió que las "inercias no debían tener como desenlace" que firmara esa propuesta, y "nunca" la firmó.

Preguntado sobre si entendía excesivo el gasto que comportaba esa adquisición, de en torno a 64.200 euros, Colomer ha dicho que sí, y ha añadido: "No lo entiendo solo, creo que lo entiende mucha gente, no quiero atribuirme más mérito del que me corresponde".

El portavoz de Podemos, Antonio Montiel, incluso sugirió un concurso restringido sin publicidad, aunque finalmente se optó por el concurso público. Así, los ordenadores, cuyo modelo convertible en tableta estuvieron examinando los síndicos, no les llegaría hasta finales de año. Ayer, sin embargo, el presidente de las Corts saliente, Francesc Colomer, en su último día en el puesto tras ser nombrado titular de la Agencia de Turismo, puso el acento en que «paralizó» la compra directa de los portátiles, cuyo coste es de 130.000 euros (a 1.300 euros por equipo), si bien estos se adquirirían después por concurso.

Y dijo más. Colomer reveló que, tras la reunión de la Mesa, cuando el letrado le pasó los papeles, no los quiso firmar «por escrúpulos». «He sido un insurrecto; tenía la petición de los cinco grupos, incluido el mío [PSPV] pero no lo firmé». Gracias a ello, recalcó, el encargo no ha llegado a materializarse. Apuntó que en la reunión ellos vieron la propuesta económica y del Servicio de Informática pero no pensaban que ya la habían aprobado. En eso coincidió con el presidente entrante de las Corts, Enric Morera, quien ayer comentó en pasillos que no tuvo la «conciencia» de que en la Mesa estuvieran aprobando la compra de los móviles, cuyo coste se carga a la factura de llamadas y se pagará total o parcialmente (incluso podrían salir gratis) en función del consumo que hagan los parlamentarios. «No se ha firmado ningún contrato para comprar teléfonos. Se ha recepcionado estudio económico según convenio de Generalitat. Si no conviene, no se firmará», escribió en Twitter.

Oltra los deja en evidencia

A preguntas de los periodistas, la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, dejó en evidencia a las Corts al subrayar que ella mantendría el iPhone 4 que le dieron en la anterior legislatura y opinó que el resto de parlamentarios también deberían seguir gastando el anterior hasta que se rompa. En las Corts, en cambio, se aseguraba que, según Informática, solo el iPhone 6 da las garantías de seguridad para la encriptación de mensajes de los diputados. Otros se excusaban en que la compra era por el convenio de la Generalitat con Telefónica heredado. Para Toni Subiela, de C's, tener móvil de 650 euros y portátil «no son barbaridades. ¡Si los cambiáramos cada año!».