En la capilla del Hospital Arnau de Vilanova siguen consternados. El jueves despertaron con la noticia de la desaparición del sagrario con el cáliz y el copón los cuales, a pesar de que en sí mismos no gozan de gran valor material, representan las formas consagradas del Señor pues dentro del copón se encontraban las hostias.

La capilla está vigilada de 8 de la mañana a 9 de la noche y las cámaras de vídeo vigilancia graban a todos los que entran y salen de la capilla. Carmen Arnau forma parte del servicio religioso que permanece en la capilla para atender a los pacientes del hospital y tiene claro que "no hay esperanzas de que aparezca". "El servicio de vídeo vigilancia graba a todos los que visitan la capilla y en las imágenes ser verá quién ha entrado, pero sabemos que es imposible recuperar las formas", asegura Arnau.

El párroco de San Josemaría Escrivá, Jorge Molinero, es el encargado de atender la capilla donde se ha producido el hurto. Según sus propias palabras, el robo tiene un valor económico "muy humilde", pero el dolor es muy intenso, pues han robado "el cuerpo del Señor".

En el sagrario había una caja fuerte, que es la que es la que han arrancado de la pared y dentro de misma se encontraba el copón con las hostias y el cáliz. "No van a poder venderlo porque quien lo ha robado no sabe que en sí mismo no tiene valor. Ves que es dorado y te crees que es de oro y que tiene un valor económico, pero no es así", comenta Arnau.

Ignacio González, feligrés del Arnau de Villanova, describe el robo como "un acto vandálico que le llena de desolación al pensar que el Señor ha caído en malas manos y por no saber dónde puede estar ni cómo ha podido acabar". Mientras, y para subsanar la pérdida, el arzobispo Antonio Cañizares, ha convocado para el lunes a las 20 horas una misa en la Catedral en la que esperan que toda Valencia "se una a esta desolación y recen por el Señor". "Desde la parroquia se ha pedido que recemos por estas personas que han robado para que no cometan estos actos de sacrilegio y que nos acompañen en las oraciones por el Señor", añade González.

Para los cristianos es un tema "muy complicado" y el hecho de no saber dónde está el Señor crea mucho dolor a los creyentes. La Policía Nacional está investigando el caso y revisando las cámaras de vídeo vigilancia con tal de descubrir el autor del delito.