El nuevo Consell bipartito presidido por Ximo Puig hará de la exigencia a Madrid de la mejora en la financiación autonómica su auténtica punta de lanza contra el Gobierno de Rajoy. No en balde, lo primero que hizo Puig es reclamar a Rajoy una reunión, mientras el nuevo conseller de Hacienda, Vicent Soler, dejó claro que su prioridad será la batalla por la financiación, para lo que se ha creado una secretaría autonómica a cuyo frente estará Julián López. Ante este panorama, el Ejecutivo central movió ayer ficha y nombró al exconseller de Hacienda Juan Carlos Moragues como nuevo delegado del Gobierno en la C. Valenciana.

La misión de Moragues, quien obtuvo acta de diputado en las Corts en las elecciones del 24M, será plantar cara y hacer de contrapeso a la estrategia del Consell de Puig en la pelea por la financiación autonómica, al tiempo que se pondrá en valor la labor desarrollada por el exreponsable de Hacienda y el Consell de Fabra en las cuentas de una Generalitat que estuvo a punto de incurrir en default a finales de 2011. La designación —de la que fue informado la tarde del jueves, apenas unas horas después de ser elegido presidente de la Comisión de Economía de las Corts— le ha venido con el aval de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El también exconseller, Luis Santamaría, quien sonó para el puesto, seguirá en las Corts.

El nombramiento se produjo ayer en el Consejo de Ministros —mientras Moragues asistía al pleno de las Corts—, justo cinco semanas después de la destitución, el pasado 29 de mayo, de Serafín Castellano, detenido por el caso Avialsa y las cacerías supuestamente pagadas por el contratista de los aviones.

«Se cambiará la financiación»

La misión de Moragues —Gandia, 1969, economista y exdelegado de la Agencia Tributaria en Castelló— quedó clara ayer en sus primeras declaraciones. A diferencia de Castellano, quien en su día echó balones fuera al pasar a ser el representante del Gobierno, el exconseller se comprometió a que se cambie la financiación «en cuanto se pueda», si bien apuntó que es «año electoral y hay que encontrar el momento oportuno», por lo que situó la reforma para después de las elecciones generales. Pero cambió al valenciano para remarcar su compromiso a «dejarse la piel en beneficio de la sociedad valenciana». «Es una evidencia que la C. Valenciana está infrafinanciada», aseveró, para recalcar que este hecho «ha sido reconocido por el Gobierno». Entre tanto, la deuda a interés cero hará que el nuevo Consell, «en vez pagar 1.200 millones en intereses en 2016, abonará solo 200».

Moragues dijo asumir sus nuevas responsabilidades con «espíritu de diálogo y consenso» e intención de «trabajar de forma conjunta» con el Consell y «buscar pactos, acuerdos, consenso» porque ambos ejecutivos, resaltó, tienen «el mismo objetivo, que a la C. Valenciana le vaya mejor y que sea motor de la recuperación y del empleo de España». El escaño de Moragues lo ocupará Miquel Domínguez, exmano derecha de Rita Barberá en la alcaldía, ya que ocupó el número 13 en la lista del PP por Valencia.