Álvaro Pérez evitó que se reprodujera en la sala del TSJ la famosa conversación con Francisco Camps, la Nochebuena de 2008, en la que el expresidente le llama «amiguito del alma». «No hace falta escucharla. Me la sé de memoria».

Pero la sorpresa saltó cuando la Fiscal Anticorrupción pidió que se reprodujera una conversación entre El Bigotes y Carlos Hernando, tras preguntar: «¿Alardeaba de su relación con el PP y eso le abría puertas?». Pérez respondió comedido: «Depende de con quién hablara. Puede ser». Su verborrea le desmintió al reproducir una conversación grabada durante la investigación. «Tengo muy buenas relaciones, muy buenas amistades en todos los sitios, hasta en los tribunales. —asegura Pérez en la conversación— Cuando dejé de trabajar con Aznar, me dejó con Rajoy, que es un mierda y un gilipollas, aguanté nueve meses y me vine con Camps, que es muy amigo mío desde hace veinte años». Tras escucharla, El Bigotes se escudó en que «soy un pelín exagerado y alardeo de muchas cosas exagerando».