«Nosotros nunca nos vamos a alejar de la legalidad». Con estas palabras el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, descartaba ayer que la Comunitat Valenciana vaya a sumarse a las autonomías rebeldes contra la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), la conocida como ley Wert. Un grupo en el que se encuentran catalanes, baleares, aragoneses o extremeños.

Tanto la Conselleria de Educación de Vicent Marzà como el jefe del Consell comparten la oposición a una ley que en la C. Valenciana encontró una de las aplicaciones más rigurosas el pasado curso con la popular María José Català. Está previsto que el Consell pida su derogación en el Consejo Territorial.

De hecho, Puig insistió ayer en las críticas a la ley. «Tenemos claro que la Lomce nace muerta. El Gobierno debería paralizarla porque la mayoría de las comunidades, la mayoría de los partidos, la mayoría social no la quiere. Una vez que el propio [exministro José Antonio] Wert ha sido cesado, es un buen momento para recapacitar. Con la educación no se juega, debe ser fruto de un gran pacto. Nosotros vamos a hacer un acuerdo para conseguir un modelo estable», aseguró ayer el presidente Ximo Puig durante una visita oficial en l'Eliana.

Sin embargo, no está previsto que vaya a rebelarse. En el Consell entienden que una decisión así podría generar un auténtico caos organizativo por la necesaria coordinación con el ministerio, que afectaría desde los libros de texto hasta la selección del profesorado.

Así las cosas, la hoja de ruta pasa por, sin llegar a la confrontación, tratar de minimizar los efectos negativos de la ley a través de reformas. A esa idea responden algunas de las últimas decisiones de la conselleria. Por ejemplo, Educación está preparando una orden para flexibilizar los horarios y sortear la obligatoriedad que establece la Lomce para que las clases de Primaria duren 45 minutos. Esta medida había sido aplicada de forma estricta por la anterior consellera el pasado curso, algo que prácticamente no ha hecho ninguna otra comunidad. La reducción de un cuarto de hora de las clases afectaba especialmente a asignaturas como música o educación física, que requieren moverse del aula.

Del mismo modo, el nuevo Consell también facilitará talleres de refuerzo por la tarde para paliar la reducción de horas en matemáticas, biología, física y química o latín que decretó el anterior Consell para los alumnos de primero de bachillerato del próximo año.