El nuevo delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha asegurado hoy que quiere una institución "moderna, adaptada a los tiempos, que construya puentes y no trincheras", y en la que el espíritu de trabajo entre Administraciones se mantenga "imperturbable".

Moragues ha jurado en valenciano su cargo en el Salón del Trono de Capitanía de Valencia, en presencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y del president de la Generalitat, Ximo Puig.

El exconseller de Hacienda ha asegurado que cambia de Administración, "pero no de punto de vista", y ha reivindicado su "abnegada militancia" a favor de una financiación justa, un asunto que ha reconocido que "sigue estando pendiente", si bien el Gobierno de España no ha dejado "solos nunca" a los valencianos.

Moragues ha asegurado que quiere ser "la voz de la Comunitat Valenciana dentro de España", en un cargo en el que "solo servirá" a la Comunitat y a España, y en el que se compromete a "intentarlo todo" y a dejarse "la piel por un bien mayor".

"Mi aspiración es conseguir un clima de máxima confianza y lealtad institucional", ha asegurado el delegado, quien quiere una Delegación "útil, profesional, cercana, abierta y transparente" que escucha a la sociedad, que sea "humilde, sensible y al servicio de las personas".

También ha reclamado que nada sea "obstáculo" para conseguir un objetivo en beneficio de la Comunitat, por lo que ha pedido la unión de las instituciones para alcanzar retos comunes, como llegar a quienes más lo necesitan o trabajar porque hace falta agua, más infraestructuras o más oportunidades educativas o sanitarias.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha destacado que el delegado del Gobierno pertenece a un partido distinto al que ocupa la Generalitat o el Ayuntamiento de Valencia, y ha destacado que "el secreto" para funcionar "se llama lealtad".

"No se trata de que pensemos todos lo mismo en cada momento, sino de que caminemos todos en la misma dirección", ha asegurado el ministro, quien ha resaltado que "en este momento el camino va a ser más sencillo que lo fue, porque la situación económica es indudablemente mejor que hace tres años".

El ministro ha resaltado además que se va hacia un cambio en el sistema de financiación autonómica, desde uno que es "injusto" especialmente para la Comunitat Valenciana, hacia uno que sea "justo, equitativo" y que permita "aprovechar ese viento de cola que nos viene".

El acto lo ha cerrado el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha resaltado que el nuevo tiempo exige más diálogo y cooperación que nunca, y ha defendido que ahora es el momento de cambiar el modelo de financiación, porque si continúa el actual estará en peligro el autogobierno de los valencianos.

Según Puig, las actuales "asimetrías" entre españoles son "insoportables", por lo que es una "cuestión de Estado" que los ciudadanos sean atendidos "con equidad", y ha reivindicado que mientras mejor le vaya a la Comunitat, mejor le irá a España.

El president ha coincidido en que quieren ser "puente" y ayudar a dinamizar España, por lo que ha reclamado la unión de los valencianos, de manera que se aparten las cuestiones que dividen para unirse en lo fundamental.