Se marchó Fernando Giner, luego cayó Alfonso Rus y Jorge Rodríguez ya manda en la Diputación de Valencia. Pero hay huellas en el Palau de la Batlia que permanecen indelebles al paso de los años o los mandatarios. Una es el conocido como plan de las iglesias que instituyó en 2004 el presidente Giner para subvencionar con dinero de la diputación el patrimonio histórico-artístico de los municipios valencianos: los bienes religiosos, cuya prevalencia ha disminuido bajo la presidencia de Rus, y los bienes civiles, que han ido paulatinamente recibiendo más ayudas. Ayer, el gobierno provincial saliente dejó su testamento histórico-artístico con la publicación de la resolución de las ayudas de 2014 y 2015 „dos anualidades juntas„ para restaurar bienes inmuebles de la provincia de Valencia.

El resultado arroja dos conclusiones. Primera: la diputación destinará 2.015.569 euros para restaurar 68 obras de titularidad eclesiástica: campanas, relojes de campanario, humedades en las cubiertas de los templos, problemas en capillas, mejoras en pavimentos o bóvedas de iglesias, una mano de pintura general, eliminación de barreras arquitectónicas en templos, decoración de sacristías, intervenciones en el altar mayor? Aparte de ello, la institución provincial también financiará otras siete intervenciones en bienes religiosos solicitadas por ayuntamientos por valor de 215.000 euros. En total, 2.230.569 euros para bienes inmuebles religiosos para las anualidades de 2014 y 2015.

La segunda conclusión de la resolución provincial es que, por primera vez desde la creación del programa de ayudas a la restauración, la bolsa de dinero a la que optan los ayuntamientos es igual de grande que la línea de subvenciones destinada a instituciones sin fines de lucro, casi todas las cuales son acaparadas por entidades religiosas (parroquias, conventos, monasterios, hermandades o cofradías). Si en 2004 el dinero para bienes religiosos doblaba a los de propiedad municipal, en 2006 ya lo cuadruplicaba. Ahora, en cambio, tras el reequlibrio ejecutado por Alfonso Rus, se ha llegado a un igualitarismo inédito: en 20014 y 2015, la línea bienal para ayuntamientos asciende a 2.140.000 euros, lo mismo que la línea para entidades sin fines de lucro.

Cabe recordar que el pasado mes de febrero se conoció el reparto de las subvenciones de la Diputación de Valencia para restaurar bienes muebles del patrimonio histórico-artístico valenciano. En aquella convocatoria, por primera vez, se produjo el sorpasso: las ayudas para bienes religiosos quedaron por debajo de las subvenciones para proyectos de los ayuntamientos: 244.375 euros anuales para consistorios, 130.625 euros para instituciones sin ánimo de lucro.

Por tanto, para 2014 y 2015, la Iglesia roza los 2,5 millones en subvenciones de la diputación (exactamente, 2.491.819 euros) para restaurar bienes religiosos.

Xàtiva y Moncada, las premiadas

El final de la era Rus también ha dejado otra impronta en las subvenciones al patrimonio. En esta convocatoria bienal, el municipio que más ayudas recibe es Xàtiva, ciudad que gobernaba Alfonso Rus hasta su derrota del 24-M. La capital de la Costera recibe 122.466 euros que van destinados a La Seu (acceso al Palau de l'Ardiaca), a la iglesia de Sant Pere y a la Casa Sant Andreu. La segunda localidad con más ayudas, con 100.000 euros para el edificio del Museo de la Seda, es Moncada, municipio del que era alcalde hasta el 24-M Juan José Medina, vicepresidente primero y presidente provisional en funciones de la diputación en las últimas semanas de Rus. Al Ontinyent de Jorge Rodríguez, por cierto, se destinan 43.500 euros.