Ahora ha sido un informe alemán el que alerta de la exclusión social valenciana al encuadrarla entre las regiones más pobres de Europa y con una tasa de pobreza superior al 30 %. A los veteranos del lugar en la lucha contra las desigualdades, la prédica en el desierto les empieza a hacer mella. Ignacio Grande, director de Cáritas en Valencia, recuerda que «incluso antes de la crisis económica ya advertíamos del aumento de la exclusión». El Informe Foessa para Cáritas subraya que «dos de cada tres personas en riesgo de exclusión ya lo estaban antes de la crisis». «Esa tercera persona ha entrado por el paro y procedente de la clase media. Las otras dos personas que ya estaban en ese caso han visto agravada su situación y cómo se cronificaba», resume.

El responsable de Cáritas en la diócesis de Valencia lanza una advertencia: «Hay que aplicar medidas para superar el asistencialismo. Acabar con la pobreza y las situaciones de riesgo de exclusión parte por dignificar a la persona y trabajar por la defensa de los derechos de los más vulnerables. Y no ya con ayudas asistenciales, porque eso aboca a la cronificación de la pobreza. Hay que acabar con las causas estructurales de la pobreza. No podemos poner parches y quedarnos en el mero asistencialismo. Tenemos que ir al fondo de la cuestión», reclama, al tiempo que pide a la Generalitat que refuerce los servicios públicos y los dote de recursos suficientes. «Que todas las Amdinistraciones pongan a la persona en el centro de su acción y muestren una preferencia por los más débiles», declara.

Una sociedad «sin conciencia»

En una línea similar se pronuncia Carles Xavier López, portavoz de la plataforma valenciana Pobresa Zero, quien lamenta la «invisibilidad social de las desigualdades y la pobreza». «En Pobresa Zero llevamos muchos años advirtiendo de que hay que luchar contra la exclusión social en los países más empobrecidos y también en la Comunitat Valenciana, pero no cala. Nuestra sociedad no tiene conciencia de las desigualdades que sufre y, además, no aporta todos los recursos necesarios por la dignidad de la vida de las personas», subraya.

Mirando los datos del Instituto Federal Alemán para los Asuntos urbanos, y viendo cómo la tasa de pobreza valenciana ha pasado del 22 al 32 % en los últimos cinco años, Cales Xavier López alude a «los recortes aplicados, mucho más duros entre la población más necesitada que en otros ámbitos de la sociedad». También lamenta que «durante los años de bonanza no se hizo nada por forjar un sistema de justicia fiscal y de redistribución para que las poblaciones más empobrecidas tuvieran solución». «Entre la invisibilidad, los recortes y la falta de respuesta pública y social, nos encontramos en una situación muy preocupante», zanja.