Un frente de tormentas barrió ayer el interior de la Comunitat Valenciana, donde de nuevo castigó con una granizada severa los viñedos de Requena antes de desplazarse hacia Valencia y l'Horta Nord y sobre el Valle de Ayora, donde el granizo alcanzó un diámetro de cinco centímetros y provocó importantes daños.

En Bétera se recogieron 15 litros/m2, 10 en Cofrentes y 6,4 en Valencia, según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Las tormentas provocaron rachas de hasta 84 kilómetros a la hora en el aeropuerto de Manises. Un avión de Ryanair que cubría el trayecto Bristol-Valencia fue desviado al aeropuerto del Altet.

En Valencia los bomberos tuvieron que realizar una veintena de servicios por rachas de viento que abatieron ramas y árboles mientras el Consorcio de Bomberos intervenía en Xirivella, Tavernes Blanques, Paterna, Catarroja, Pobla de Vallbona, Bétera, Sagunt, Alfara de Patriarca, Sueca y Burjassot.

El viento abatió un árbol que cayó sobre la catenaria de la la línea 1 en Campamento (Paterna), interrumpiendo momentáneamente el servicio.

Hubo también descensos bruscos de las temperaturas, que volvieron a superar los 37 grados en Utiel y en Jalance (37,7º). En Requena se pasó de una máxima de 34,4 º a tan solo 16,9º a media tarde, con una caída de más de 17 grados.

Las tormentas llegaron después de una noche sofocante en la que fue difícil conciliar el sueño.

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, las temperaturas mínimas en la Comunitat Valenciana son este verano tres grados superiores a la media , con la repetición inusual de «noches tropicales» como la sufrida por los vecinos de Valencia, con una mínima de 26º, que el registro más cálido desde julio de 2006.

Ayer seregistraron incendios forestales en Ademuz, Millares y Yátova, probablemente por rayos, que fueron rápidamente controlados. Una brigada sufrió un accidente en el de Ademuz, aunque sin daños.