«En ningún momento he garantizado ningún tipo de apoyo a ningún proyecto en concreto, porque esa no es la misión ni antes como secretario general de un partido ni hoy, mucho menos, como presidente de la Generalitat Valenciana». Así se pronunció ayer el jefe del Consell, Ximo Puig, tras ser preguntado por Levante-EMV sobre el proyecto del centro comercial y de ocio Puerto Mediterráneo que los inversores británicos Intu y Eurofund promueven en Paterna con una inversión que supera los 800 millones de euros.

Los promotores, a través de su consejero en España Salvador Arenere, manifestaron en una reciente entrevista en este diario que presentaron su proyecto a Puig como secretario general del PSPV antes de las elecciones y que el hoy presidente les dijo que lo respaldaba por su nivel de inversión y de creación de empleo, equiparable a la ampliación de la Ford.

Puig confirmó ayer en el Palau, tras reunir a su equipo de Hacienda para abordar la infrafinanciación autonómica, que se reunió con los inversores desde una «posición de diálogo» con todo aquel que quiera reunirse con el líder socialista. Pero acto seguido dijo que eso no significaba una garantía de respaldo incondicional al proyecto.

Interrogado por las reticencias del conseller de Economía, Rafael Climent, sobre Puerto Mediterráneo por su impacto medioambiental „supone la urbanización de un millón de metros cuadrados de suelo rústico„, el máximo responsable de la Generalitat contestó: «yo lo que quiero es que se garantice que todas las inversiones que sean posibles y beneficiosas se lleven adelante, pero atendiendo a la sostenibilidad y a la propia realidad comercial de nuestra Comunitat Valenciana». Y es que Puig opina que «es básico y fundamental para nuestras ciudades mediterráneas que pueda vivir el pequeño comercio».

Según se desprende de las declaraciones del presidente de la Generalitat, el Consell estudiará el proyecto desde «el diálogo» y analizará su repercusión sobre el pequeño y mediano comercio. «Es muy importante que pueda haber proyectos que ayuden a promover todo el territorio, pero hay que hacerlo de una manera sostenible medioambiental y socialmente, y sostenible en el propio ecosistema comercial» que existe en la Comunitat Valenciana.

Puig, que también se reunió antes de las elecciones con la Plataforma pel Comerç Valencià, puso el acento en el «impulso del pequeño comercio, principalmente», como una política prioritaria del Gobierno bipartito PSPV-Compromís. «Hay que analizar, desde una visión positiva inicialmente, ese proyecto como todos los otros proyectos industriales o de carácter económico que se hagan en esta Comunitat y que puedan generar empleo, pero atendiendo a que no se puede destruir nuestro tejido comercial», concluyó.