Su familia recibió un telegrama en el que se informaba de su fusilamiento el 18 de enero de 1939. Pero más de 75 años después, José Almudéver (Marsella, 1919), no ha dejado de contar su historia, ya que nunca le fusilaron.

Este brigadista internacional de padres valencianos ha vuelto a entrar en la cárcel Modelo, donde estuvo preso de 1940 a 1942, pero esta vez recibido por la consellera de Justicia, Gabriela Bravo. Las instalaciones que antes acogían cientos de celdas son, desde 2013, las dependencias de varias consellerias valencianas, conformando el actual Centro Administrativo 9 d'Octubre.

En las celdas llegaban a haber 17 hombres encerrados en cada una, aunque cuando llegó Almudéver, este número se había reducido hasta siete por celda, por los que habían sido fusilados o liberados. Al recorrer las galerías, el ex combatiente recuerda dónde se situaban los vigilantes, cómo eran las celdas, y los números de en las que estuvo: 250, 248 y 236.

Pero antes de estar preso en Valencia, el brigadista internacional pasó varios meses en los campos de concentración de Albatera y Los Almendros, tras quedarse sin salida en el puerto de Alicante, como miles de republicanos que no consiguieron huir.

Entre anécdotas graciosas y recuerdos alegres a pesar de las dificultades de la guerra, a José Almudéver se le empañan los ojos cuando le preguntan qué se siente al volver a pisar el lugar en el que estuvo preso. «Mucha pena», asegura. «Aquí „señala el sitio„ le pegaron una paliza a un hombre, que estuvo arrastrándose hasta que su familia consiguió hacerle llegar una silla de ruedas», explica. La víctima fue un comisario, relata. También afirma haber sido testigo de «cosas increíbles», que no detalla.

Asimismo, también recuerda cuando volvió a Alcàsser y cómo sus vecinos y familiares se sorprendieron al verle, pues le daban por muerto.

Para la consellera de Justicia, recibir a Almudéver es «el pequeño homenaje que podemos rendir a todos estos grandes luchadores que dieron su vida por la libertad». Además, Bravo ha añadido que es «muy satisfactorio» recibirle, ya que representa «a personas que lucharon para evitar que España se convirtiera en un país oscuro»

A sus 96 años recién cumplidos, José Almudéver es una muestra de memoria histórica viva, ya que continua recordando cada detalle de la represión franquista que sufrieron los combatientes republicanos tras la Guerra Civil, y así lo narra.