Los 679 brigadistas de Imelsa estaban hasta hace tres días totalmente descabezados y sin dirección en la época con más riesgo de incendios de todo el año. Los 17 coordinadores del «ejército» de prevención de fuegos de Imelsa, la empresa pública de la Diputación de Valencia, se encontraban de vacaciones al iniciarse el mes de agosto, según confirmaron a Levante-EMV fuentes de la mercantil. El nuevo gerente, Josep Ramon Tíller, que tomó posesión hace dos semanas, ha ordenado nada más conocer esta situación la vuelta de todos los jefes ante «el incremento de los servicios y movilizaciones realizadas» y la alerta por fuegos. Ayer, el 80 % de la provincia estaba en alto peligro de siniestros en sus zonas rurales, según el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.
Las brigadas forestales de Imelsa trabajan en la prevención y minimización del riesgo de incendios en la provincia de Valencia. Este personal también presta apoyo en casos de emergencia causados por fenómenos meteorológicos adversos y en los propios siniestros, sobre todo en la limpieza de los perímetros para frenarlos. De hecho, en un fuego, la empresa pública puede llegar a movilizar hasta 70 brigadistas que necesitan una coordinación para no obstaculizar el trabajo de otros cuerpos como los bomberos o la Unidad Militar de Emergencias cuando son movilizados.
Los 17 jefes de Imelsa coordinan a los 679 brigadistas. 10 de estos responsables realizan sus tareas en el campo y el monte, tres trabajan en logística y dos en suministros. Al averiguar el gerente que los 17 mandos estaban de vacaciones les requirió a través de una carta urgente. Tíller les recordó que «se ha producido un incremento de asistencia de las brigadas y de los coordinadores de las mismas durante los últimos años siendo el periodo previfoc (1 de julio a 30 de septiembre) especialmente vulnerable a posibles incendios, por lo que se hace necesaria su presencia durante el periodo comprendido». «Durante los años 2012, 2013 y 2014 se han ido incrementando de manera progresiva las movilizaciones e intervenciones de las brigadas forestales», afirma.
El pasado año, Marcos Benavent, el exgerente imputado por un posible cobro de comisiones en Imelsa y operaciones urbanísticas, ya impidió que los mandos de las brigadas cogieran vacaciones en los meses de alerta máxima. Los veranos anteriores, según ha podido saber este periódico, los coordinadores no tuvieron obligación de trabajar durante el periodo decretado por la Generalitat como previfoc.
El nuevo gerente ha prohibido a los coordinadores disfrutar de las vacaciones hasta el próximo 30 de septiembre, cuando finalice la alerta máxima. Un brigadista percibe un salario de 16.043 euros brutos al año mientras que un mando percibe 28.803 euros.
