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Las cuentas de las concesiones sanitarias revelan la fragilidad del "modelo Alzira"

Expertos en Salud Pública y sindicatos coinciden en que el ahorro es de un 11,7 % frente al 30 % que defendía el Consell del PP

Las cuentas de las concesiones sanitarias revelan la fragilidad del "modelo Alzira"

El «modelo Alzira» continúa en tela de juicio. La viabilidad económica de estos hospitales públicos y áreas de salud gestionados por operadores privados ha estado siempre cuestionada por oposición „ahora Consell„ y agentes sociales ante la fragilidad de sus cuentas de resultados. Según un informe elaborado por la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT al que ha tenido acceso Levante-EMV, estas cuentas hacen pensar, según el sindicato, que ninguna empresa podría mantenerse a flote con esas cifras. El análisis recoge cuentas de resultados de tres de los cinco centros que mantienen este sistema. FSP UGT recoge las cifras desde 2011 hasta 2014 del Hospital de la Ribera en Alzira; de 2008 a 2013 del Hospital de Manises, y desde 2012 a 2014 del Hospital de la Marina en Dénia. En el conjunto, el porcentaje de beneficios no llega solo a ser escaso, sino que, en varios ejercicios, se reflejan pérdidas.

En el caso de la Ribera, a pesar de ser el más veterano „inició sus actividades con este modelo en 2003„ en 2011 logró beneficios del 0,97 %, según su cuenta de resultados, recogida por UGT. El ejercicio 2012 fue peor. Los beneficios fueron del 0,81 %. Un ligero repunte vino en 2013 con un 1,76 % de beneficios aunque volvió a bajar en 2014 con un 1,07 %.

El Hospital de Manises, por su parte, ha sufrido entre 2009 y 2013 altibajos acusados. Desde el inicio de su actividad, en 2009, contó en ese ejercicio con pérdidas del 16,44 %. El año 2010 tampoco fue bien para el centro, ya que registró pérdidas del 5,97 %. Mejor le fue en 2011 con unos beneficios del 5,63 % y en 2013 con el 8 % de beneficios.

Por su parte, el Hospital de la Marina de Dénia obtuvo en 2012 beneficios del 4,33 %, en 2013 tuvo pérdidas del 1,71 % y en 2014 el beneficio fue del 1,48 %. Parte de su volumen de negocio viene por la cantidad que Sanidad transfiere a estas concesionarias por habitante al año, la denominada «cápita» y que se sitúa en 639 euros. «Las adjudicatarias no obtienen beneficios y es la Administración la que tiene que acudir en su auxilio para que estas sobrevivir y mantener el mito de que la gestión privatizada es más eficiente que la pública y ahorra costes», señala el sindicato. Esta cápita haría inviable la gestión privada de estos hospitales por lo que tendrían que buscar ingresos extra, señalan desde UGT. En esta línea, las cuentas revelan que son las cantidades que las gestoras reciben por prestaciones a población distintas a su área una de las principales fuentes de sus ingresos. Desde UGT critican que son los propios centros públicos los que recomiendan a sus pacientes acudir a estos hospitales de gestión privada. UGT asegura, incluso, que son los propios hospitales de gestión privada los que se ponen en contacto con los pacientes para recomendar que acudan a sus instalaciones. En el caso de la Ribera, en 2014, estas facturas por atender pacientes de otras áreas llegaron a los 22,2 millones de euros.

Desde la puesta en marcha de este modelo, el PP adujo un ahorro de hasta el 30 % para las arcas públicas como el principal motivo para mantenerlo. Sin embargo, desde UGT, y respaldado por estudios de expertos en Salud Pública, este ahorro sería del 11,7 %, ya que a ese 30 % habría que restarle gastos propios de conselleria como estructura o programas de prevención o vacunación. Estos costes, según el sindicato, «son asignados a la cápita pública que resulta artificialmente sobrevalorada».

Otro de los frentes abiertos de estos centros son las «ayudas» que han recibido por parte de la Administración. La primera polémica surgió en 2003 cuando el Síndic de Comptes censuró que Sanidad incluyera bajo el concepto «lucro cesante» 25 millones de euros en la indemnización que pagó a la empresa que gestiona el Hospital de Alzira. En esta línea, a principios de este año, este periódico publicó que la Generalitat dejó de ingresar desde 2009 hasta 2013 un total de 41,7 millones de la empresa que gestiona el Hospital de Manises, suma que procedía de las compensaciones intercentros, es decir, de los pacientes que, a pesar de estar asignados en el centro de Manises, han sido atendidos en otros hospitales por diferentes causas, como es la atención a tratamientos más caros.

La reversión del «modelo Alzira», un negocio, que mueve al año 600 millones, costaría a las arcas públicas, como recientemente publicó este periódico, cerca de 260 millones de euros.

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