«Se ha terminado la barra libre para los conciertos educativos». Con esta contundencia anunció ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà (Compromís) los cambios que piensa introducir de cara al próximo curso 2016-17 mediante la confección «de un mapa escolar valenciano que determinará las necesidades educativas de cada zona». Una «radiografía», aclara en un comunicado, en la que «todos los centros sostenidos con fondos públicos, deberán obedecer los mismos criterios de planificación educativa».

El anuncio de esta reforma de los requisitos para la autorización de unidades concertadas, diferida a dentro de dos cursos, coincidió con la aprobación por parte de Marzà de 44 nuevas aulas concertadas para el curso 2015-16 que arranca dentro de un mes. Estas autorizaciones casi doblan a las 24 que firmó la exconsellera Mª José Català hace ahora un año.

La nueva conselleria justifica el aumento de unidades concertadas „39 de los 44 nuevos grupos son de FP Básica„ con el argumento de que «obedecen al crecimiento vegetativo (que pasan a un curso superior) y a nuevas unidades que se han beneficiado de los criterios favorables de la Administración anterior». «En el diseño del curso 2015-16 no hemos tenido tiempo de modificar la planificación sin perjudicar a los alumnos y las familias que ya habían matriculado en unidades concertadas, pero a partir de ahora la barra libre se ha acabado», añade Marzà.

Respecto al futuro mapa escolar, el conseller subraya que «en el Consell tenemos claro que la enseñanza pública es la base del nuestro sistema educativo y la concertada es complementaria allí donde la oferta pública tiene más dificultades». A partir de este criterio general y «siendo plenamente conscientes de papel social que desarrollan algunos centros concertados», matiza Marzà, la conselleria pasará «a determinar una por una las necesidades de concertar unidades». En este sentido, aboga por consensuar con toda la comunidad educativa «criterios que no excluyan a nadie ni impongan un sistema educativo de diferentes velocidades en función de la renta». «La concertada cumplirá su papel en nuestro sistema en base a la necesidad educativa y no a la política planificada de desmantelamiento de la pública como pasaba ultimamente», concluye Marzà.

FSIE: «Hurto a la libre elección»

Desde FSIE, sindicato mayoritario en la concertada, lamentaron ayer que el conseller «ahonde con sus declaraciones en una estéril dicotomía entre las redes educativas que no hace sino alejar a la comunidad educativa de una deseable estabilidad, al tiempo que apunta a una política cimentada en el hurto del derecho a libre elección de centro de las familias y la desconsideración hacia el servicio a la sociedad valenciana que prestan los centros concertados y un colectivo de casi 16.000 profesionales».