El estudio de arquitectura e ingeniería de Santiago Caltrava se desmarcó hoy de los desperfectos que abundan en el Ágora y que han obligado a paralizar su privatización y apertura, al menos, dos meses. El arquitecto valenciano muestra su total colaboración para «consolidar» la obra que no está finalizada

En un comunicado recuerdan que «en el año 2009 y en contra de la recomendación del arquitecto, Cacsa (empresa pública de la Generalitat) solicitó detener las obras para que el edificio pudiera usarse para la celebración del Open 500 de Valencia de Tenis». Posteriormente, en 2013, «debido a cuestiones financieras, la firma pública decidió detener temporalmente el curso de las obras y solicitó al estudio de arquitectura de Santiago Calatrava que aceptara una fase provisional de las obras para que el Consell pudiera usar el edificio temporalmente». Para ello emitió a petición del Consell un «Certificado Final Parcial de Obra».

El estudio del arquitecto valenciano asegura que esta provisionalidad que se ha prolongado durante años «ha ocasionado deterioros en la obra». En una visita reciente, los técnicos de Calatrava constataron que «se habían producido goteras en el interior del edificio, entre otras incidencias».