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Transporte

Siete horas y media en tren a Madrid

Renfe amplía la duración del viaje entre la 1ª y la 3ª ciudad de España y de los desplazamientos de cercanías de la C-3 entre Valencia y Utiel en casi 30 minutos argumentando obras de mantenimiento - Aumenta el peligro por abandono de la línea

Siete horas y media en tren a Madrid

De nada ha servido hasta ahora que la línea de Media Distancia entre Valencia y Madrid pasando por Cuenca y Aranjuez fuera incluida hace unos meses como una línea «estratégica» y de «interés social» por el Ministerio de Fomento. Su deterioro avanza a ojos vista y a cada nueva evidencia o riesgo para la seguridad, ADIF, responsable de la via y de sus infraestructuras, responde pidiéndole a Renfe que baje la velocidad comercial de sus convoyes.

En mayo de 2013, Renfe suprimía 38 servicios semanales en relaciones entre Cuenca-Valencia y Cuenca-Madrid, dejaba sin parada a algunas poblaciones y anunciaba una reducción a 50 kilómetros hora de la velocidad comercial entre Utiel y Cuenca.

Desde hace unos días, un nuevo cartel de Renfe informa en las estaciones del trazado de «nuevos horarios y tiempos de viaje» vigentes desde el 16 de agosto «en los servicios de las líneas C-3 Valencia (Sant Isidre)-Buñol-Utiel y Valencia (Sant Isidre). El operador de ferrocarriles sostiene que los cambios son «debidos a las limitaciones de velocidad establecidas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) y se derivan del «mantenimiento de la infraestructura».

En algunos de los servicios que conectan Valencia con Madrid, como es el caso del que parte a las 15,40 horas de la estación de Valencia (San Isidro) la duración del viaje se incrementa en 19 minutos y pasa a durar 7 horas y 35 minutos.

Así, viajar desde Valencia a Madrid puede llevar desde 1 hora y 38 minutos con el AVE hasta casi 8 horas si se opta por el ferrocarril convencional.

En el ámbito de cercanías, el AVE no es alternativa viable para Aldaia, Buñol , Siete Aguas, las Cuevas de Utiel o Camporrobles y prácticamente tampoco para Utiel, por su lejanía a la estación del AVE de Requena-Utiel.

Por su parte, decenas de poblaciones de Cuenca incluida la populosa Tarancón no tienen acceso a otro ferrocarril que no sea el de la línea convencional tanto en sus desplazamientos a Madrid como a Cuenca o Valencia.

Además, el precio del AVE resulta prohibitivo para amplios sectores de la población que encuentran acomodo en la línea convencional, mucho más asequible.

La noticia de los nuevos horarios y la reducción previa de algunas frecuencias han incrementado el malestar entre los usuarios de esta línea, aunque no existe constancia de una queja formal. Tampoco Renfe conoce el detalle del «mantenimiento» y asegura que se ha limitado a adaptar sus horarios a los requerimientos de ADIF

Fuentes de Renfe dijeron que se trata en su caso de cambios y modificaciones «provisionales» aunque en ningún caso se alude en la cartelería a esta provisionalidad. Solo en Cuenca existe un activo movimiento ciudadano que pide inversiones urgentes para levantar la limitación de velocidad actual y mantener operativa la línea.

Mientras, en Valencia, la batalla se centra ahora „al menos del lado de los alcaldes valencianos„en la reapertura de la conexión entre Sant Isidre y valencia Nord que fue interrumpida ahora hace 8 años para facilitar el acceso de la Alta Velocidad.

Según explicó Renfe, a lo largo de mes de septiembre y una vez hayan finalizado las obras de tercer carril en el túnel del Cabañal, la operadora «repondrá el servicio de trenes de Media Distancia entre la estación de Valencia Sant-isidre y Valencia Nord , cortado en abril de 2008, y entre Utiel y las distintas poblaciones que afectan a la línea a su paso por las provincias de Cuenca y Madrid.

«Posteriormente y una vez terminadas todas las actuaciones del tercer carril en el corredor mediterráneo, prevista para el 14 de diciembre, se repondrá totalmente el servicio ferroviario de la linea C-3 hasta Valencia».

Seguridad

Según testigos presenciales, desde la salida de Utiel hasta Cuenca la línea se encuentra «totalmente abandonada». A simple vista se observan separaciones de carriles de hasta 10 centímetros; tornillos salidos o en su caso inexistentes; traviesas de madera totalmente partidas cuando no salidas de su sitio o desaparecidas.

En algunos túneles, la via se ha ido hacia uno de los lados, lo que ha obligado a apuntalarla con maderos, según las fuentes.

Muchas trincheras se están viniendo abajo tanto por la falta de inversiones como por el hecho de que durante meses el trazado se utilizó para mover los pesados trenes carrileros que iban colocando las vías del AVE, cuya construcción permitió una renovación de tramos de via en la línea convencional claramente insuficiente.

Según informes manejados por la plataforma en defensa del Ferrocarril Social y Público de Cuenca, la inversión necesaria sería de unos 250 millones de euros, incluida la electrificación.

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