La solidaridad hizo que ayer saliese de nuevo el sol para Vicente Palomeque, el propietario de la nave siniestrada el miércoles en Massanassa y cuyo negocio de tapizados quedó completamente arrasado por el fuego. Y es que tanto el ayuntamiento como varios empresarios locales se acercaron a mostrarle su apoyo y ofrecerle recintos y maquinaria con la que reflotar su industria. «Son gestos „destacaron fuentes próximas a la firma afectada„, pero han conseguido que Vicente se anime y empiece a pensar en cómo sacar la empresa adelante».
De momento, el industrial ya ha asumido que no podrá recuperar nada de su antiguo negocio, que tenía apalabrados numerosos trabajos hasta febrero del año próximo y que, por eso mismo, almacenaba gran cantidad de tejido en el recinto incendiado. De hecho, Vicente Palomeque cree que las llamas empezaron precisamente en el lugar donde más material acumulaba. «Al parecer todo se inició en la parte trasera de la nave „apuntaron las mismas fuentes„ , en un lugar en el que había muchas telas aunque, en principio, tampoco había nada que pudiera originar el incendio».
El propietario y sus allegados arribaron ayer a esa conclusión tras recibir la visita de los investigadores de incendios de la Guardia Civil. Pese a que los agentes no han elaborado aún un informe sobre las causas exactas del suceso, «se interesaron mucho por la parte trasera de la nave» y, sobre todo, por un área en concreto: una «enorme viga de hierro que está combada por el fuego y donde al parecer comenzaron las llamas».
En ese punto la empresa Tapizados Vicente Palomeque guardaba una ingente cantidad de telas que, en apenas unos días, debía utilizar en los encargos más inmediatos. Lo que no se explica nadie en la firma es cómo pudo llegar allí el fuego «porque esa zona da a un corral en el que no hay nada» y éste, a su vez, «a un descampado». Por eso, desde la empresa se insiste en que «habrá que esperar a conocer el informe de los investigadores de la Guardia Civil ya que, de momento, lo único que tenemos son conjeturas».
Una «superviviente»
En el incendio del miércoles, que horas después arrasó otra nave industrial de Benifaio y una más en Carlet sin que por ahora se haya constatado ninguna conexión entre los siniestros, Vicente Palomeque perdió un negocio que empleaba a nueve personas y estaba en marcha desde hace 34 años. «Era la única empresa de tapizados del triángulo del mueble que logró sobrevivir a la crisis de la industria local», cuentan fuentes próximas a la firma. Ofrecía «un trabajo artesanal y de alta gama» que le había hecho un hueco en los países árabes, para los que ejecutaba numerosos encargos.
De hecho, «tenía tantos compromisos» que colaboraba habitualmente con una empresa de Alcàsser, donde también almacenaba material y que, a la postre, es lo único que se ha salvado de las llamas. Con eso y con la maquinaria y las naves que ayer le ofrecieron, Vicente Palomeque tendrá que intentar reflotar el negocio.
