El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se ha mostrado en contra de que se inicie una "guerra del agua", y ha destacado que se trata de "un recurso natural de todos los españoles", que considera que debe repartirse "justamente y de acuerdo a los criterios técnicos".

Tras la decisión del Gobierno de Castilla-La Mancha de recurrir el último trasvase de 15 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura, Puig ha manifestado: "Preferiríamos no judicializar un tema como el del agua, que debería estar presidido por el diálogo y alejado de electoralismos".

El presidente valenciano ha destacado que a su Gobierno le "preocupa como al que más" los problemas de sequía que existen en la cabecera del Tajo y en toda la cuenca, y ha dicho ser consciente de que "probablemente vamos a disponer en el futuro de menos recursos y vamos a padecer mayor escasez".

"Ese escenario es con el que vamos a trabajar como gobierno responsable. No entramos en guerras de cifras y nos remitimos siempre a los informes oficiales y a los datos que el Ministerio y la Confederación Hidrográfica del Tajo tienen que dar", ha subrayado. Asimismo, ha avanzado que el Consell exigirá "en todo momento" el "cumplimiento escrupuloso de la normativa que regula el acuerdo Tajo-Segura y, de momento, el desembalse de los 20 más 15 hectómetros cúbicos últimos ya aprobados".

La "gran estafa" del memórandum

Asimismo, el presidente de la Generalitat, en una entrevista a Europa Press, ha señalado que el "famoso" Memorándum del Tajo-Segura que elaboró el PP ha significado "una gran estafa", y ha apostado por buscar una solución al problema del agua "desde el diálogo".

Ximo Puig ha indicado que tras la firma del Memorándum, la entonces presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, "dijo que había ganado y Alberto Fabra dijo aquí que había ganado".

Sin embargo, para el socialista, "no se trata de ganar", sino de "solucionar los problemas a corto, medio y largo plazo", para lo que ha asegurado que su Gobierno va a trabajar siempre "desde el diálogo para buscar una solución porque es evidente que el agua es un recurso fundamental para el desarrollo de la Comunitat, y es un recurso escaso", por lo que se debe tratar "con el máximo interés, eficiencia y diligencia".

Ximo Puig considera que el agua "no es una cuestión de partido", sino de "derechos y de política hídrica" y ha hecho hincapié en que "para defender el interés de un territorio no hay que atacar a otro". Al respecto, ha manifestado que los regantes de la Comunitat Valenciana y Murcia tienen unos derechos y, evidentemente, hay que articularlos con la sostenibilidad ecológica y los intereses de Castilla-La Mancha".

Así, entiende que "hay que buscar un planteamiento armónico y que no signifique confrontación y en eso estamos". "Dos no riñen si uno no quiere", ha manifestado Puig, quien cree que se debe encontrar "una solución definitiva para todos los intereses".

Puig, a favor de las desaldoras

Inquirido por si cree que se deben poner en marcha las desaladoras, ha respondido afirmativamente. "Los valencianos necesitamos tener garantizada el agua para siempre y eso lo garantiza la mejor gestión, el trasvase tal y como está concebido con las modificaciones que se puedan efectuar, desde luego las desaladoras y todos los instrumentos que tengamos a nuestro alcance", ha manifestado.

Ximo Puig ha criticado que "el PP ha utilizado siempre el agua como bandera de carácter electoral", y ha hecho hincapié en que "debe haber un sustrato técnico y no político a la hora de dar una solución definitiva".