Los amantes de la arquitectura y la historia de Valencia están de enhorabuena una vez más. Tras la apertura al público del Ayuntamiento de Valencia y del Palau dels Català de Valeriola (sede de la Vicepresidencia de la Generalitat Valenciana), la Capilla de los Reyes se suma a los edificios históricos que podrán ser visitados libre y gratuitamente por los ciudadanos que así lo deseen.

Todos los jueves, de 11.30 a 13 horas, la capilla que forma parte del conjunto monumental del Real Convento de Santo Domingo, actualmente sede del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, podrá ser visitada fuera del horario de culto por cualquier persona.

Esta estancia eclesiástica fue mandada construir por Alfons V «el Magnànim» (1396-1458) con el objetivo de ser enterrado ahí junto a María de Castilla, su esposa. La construcción duró 25 años, y la concluyó Juan II (1398-1479), hermano de Alfons V, es por ello por lo que la capilla recibe el nombre de «los Reyes». Fue inaugurada por el papa Borja, Alejandro VI, y finalmente, ni Alfons V ni María de Castilla fueron enterrados allí, pero sí los marqueses de Zenete (Rodrigo Hurtado Mendoza y María Fonseca), ya que Carlos I cedió el lugar a la familia Mendoza.

La capilla funeraria, de planta rectangular y de 11 por 22 metros, fue construida con estilo tardogótico, y sus muros, de más de un metro y medio de espesor, aguantan todo el peso de las bóvedas de arista.

La puerta de entrada y las ventanas de la estancia son arcos ojivales, y en ella se puede observar un retablo de madera dorada que data del siglo XVI, con pinturas en las que están representados los reyes Alfons V y Juan II, junto a la Virgen de la Esperanza, embarazada y con un libro en el regazo. Además, también están ilustrados San Pablo, Santo Domingo de Guzmán, Sant Vicent Ferrer y el Cristo crucificado. En la misma capilla hay un sepulcro donde están sepultados los marqueses de Zenete, con las estatuas de ambos esculpidas en mármol, y junto a la escalera que lleva a una estancia superior y al campanario, hay unos frescos que se descubrieron en 1996, cuando se descubrieron ocultos bajo una pintura de época barroca.

Fundado por Jaume I, protegido y visitado por los reyes de Aragó y la dinastía de los Austria, y morada de Sant Vicent Ferrer, el convento fue un importante foco religioso y cultural, además de tener gran importancia histórica para la ciudad de Valencia, ya que fue sede de las Cortes Valencianas y panteón de valencianos ilustres.

Actualmente, el conjunto es conocido como la Capitanía General, ya que a causa de la desamortización de Mendizábal en 1839, el convento de Santo Domingo pasó al ámbito de la defensa, como sigue hasta ahora.