El consejo de administración de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) aprobó ayer la renovación íntegra del organigrama de la empresa responsable del transporte público ferroviario valenciano en la que reduce de 33 a 27 los altos cargos y releva a casi todos los directivos de confianza nombrados por los anteriores gerentes, Pablo Cotino y Marisa Gracia. Aunque no a todos. En la sensible «Área de seguridad en la Circulación» el nuevo gerente, Ángel García de la Bandera, mantiene como responsable a Juan Jose Gimeno Barberá, que hasta 2013 fue director de la DAASE (dirección de análisis y auditoría de seguridad en la explotación), creada en 2005 tras el accidente de Picanya, como órgano consultivo. El área de seguridad en la explotación era hasta ahora consultiva pero a partir de ahora será «un área ejecutiva», según FGV.
Gimeno Barberá fue uno de los directivos adoctrinados por la consultora H&M Sanchis para que defendieran la versión oficial sobre el accidente en la comisión de investigación paripé de las Corts en 2006. De hecho, en su comparecencia defendió que incorporar nuevas medidas tecnológicas «puede incluso añadir riesgos» a la circulación. Incluso defendió que no estaba «tan claro » que la colocación de una baliza «vaya a variar a la baja las probabilidades de que se produzca un accidente». Gimeno Barberá incluso consideró una «simplificación» argumentar que con una baliza se habría evitado el accidente del 3 de julio. «No está tan claro que la introducción de tal baliza o tal elemento vaya a variar a la baja las probabilidades de que se produzca un accidente, sino que puede subirlas, bajarlas, dejarlas igual o incluso empeorarlas», dijo.
Tras el siniestro, FGV prometió en septiembre de 2006 que realizaría una «investigación interna del accidente» del 3 de julio de 2006, en el que murieron 43 viajeros de Metrovalencia. Un análisis que debería haber realizado la DAASE. Aunque ocho años después FGV admitió a Levante-EMV que este trabajo no se había realizado y volvía a insistir en la monocausa de la velocidad. «No existe un informe de la DAASE sobre el accidente. Todas las pruebas y mediciones realizadas por técnicos de la DAASE se entregaron al Comité de seguridad en la circulación, donde se deliberaron las causas del accidente, llegando por unanimidad a la conclusión de que la causa determinante del accidente fue el exceso de velocidad».
Tras salir a la luz pública el informe de H&M Sanchis en 2012, Gimeno Barberá también fue uno de los seis directivos de FGV que juró ante notario que «no existió ningún tipo de instrucción, ni coacción, por parte de la gerente de FGV, Marisa Gracia» cuando «preparaban» sus intervenciones para la comisión de investigación junto a la consultora.
