Hubo tensión, pero menos de la que se auguraba. Extrabajadores de RTVV, productores, guionistas, la Mesa del Audiovisual (Mesav), el comisionado del Consell, José María Vidal, la Unió de Periodistes y representantes de todos los grupos „incluido el PP„ y hasta el presidente de las Corts, se sentaron ayer en torno a una mesa, citado por Podemos, para «decirse con crudeza», en palabras de Antonio Montiel, su planteamiento sobre la reapertura de RTVV. Un encuentro que, según el líder de Podemos, marcó el inicio de «la reversión del fundido a negro».

Aunque uno de los asuntos que más controversia ha creado, el de la repesca de los extrabajadores, sigue sin concitar consenso. A preguntas de los periodistas al término del encuentro, Montiel dejó claro «que los trabajadores de la futura RTVV tendrán que cumplir unos requisitos de capacidad y mérito» y «en una convocatoria que será pública» y con «un procedimiento objetivo» en el que se «tendrá en cuenta la experiencia», que no se puede dilapidar. De este modo, Montiel evidenció que está en las tesis del bipartito PSPV-Compromís. No obstante, recalcó que la readmisión de los extrabajadores dependerá de la decisión de la Audiencia Nacional sobre el ERE y del modelo de Canal 9 que diseñen las Corts.

El portavoz del extinto comité, Albert Vicent, reiteró que en la negociación «no hay líneas rojas sobre el modelo, dimensión o número de empleados». El foro decidió encargar a la comisión interuniversitaria que elabore un documento, previsto para diciembre o enero y que sirva de base para que la comisión de RTVV en las Corts apruebe el modelo. La semana que viene, el tripartito presentará la proposición de ley aparcada. Antes de la reunión, el presidente Ximo Puig negó haber «engañado» a los extrabajadores y, en tono conciliador, les trasladó: «dijimos que íbamos a contar con ellos y lo haremos, en la medida de nuestras posibilidades», concluyó.