El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, vería "interesante" la posibilidad de presentarse en las listas del PP por Valencia para las próximas elecciones generales, aunque tampoco descarta dejar la política en caso contrario y tras una posible salida del PP del Gobierno.

El que fuese conseller de Hacienda independiente en el Gobierno de Alberto Fabra, reconoce que le picó el "gusanillo" de la política en la última campaña para las elecciones autonómicas al ver cómo "muchos alcaldes y concejales sin sueldo quitaban tiempo a su familia".

Por este motivo, explica, decidió afiliarse al PP tras el "batacazo electoral" del pasado 24 de mayo y mantenerse en la primera línea de la política donde, según reconoce, se divierte ahora más que antes, dada la diversidad de asuntos que conoce y sobre los que se manifiesta desde la Delegación del Gobierno.

"Para mí fue una sorpresa ir de número tres por Valencia en las pasadas autonómicas y por eso me volqué en la campaña. Fue una experiencia satisfactoria, con una agenda muy intensa, gracias a la que conocí a muchas personas comprometidas con sus vecinos", explica Moragues.

"Me afilié al PP por coherencia personal", insiste el delegado del Gobierno, quien afirma que concibe la política como algo "temporal" y su labor como la de un "intermediador" entre la Moncloa y el Palau de la Generalitat.

"Si seguimos gobernando haría el trabajo de delegado del Gobierno de bien grado, pero es obvio que puede haber un cambio y, dado que no puedo regresar a Les Corts, acabaría mi carrera política temporalmente, luego Dios dirá. Ni vivo de la política ni dependo de ella", añade.

Sin embargo, Moragues contempla como "interesante", desde el punto de vista de la experiencia profesional, la posibilidad de que finalmente el partido considere que puede "aportar algo en el Congreso".

Preguntado por la imagen que, a su juicio, se percibe de la Comunitat desde Madrid afirma que ya en sus primeras visitas a la capital notó "la campaña de desprestigio orquestada desde la oposición", si bien cree que "desde 2012 la imagen ha mejorado mucho".

"Obviamente aquí han habido actuaciones inadmisibles que nos han dado vergüenza, pero no somos peores que en otras comunidades", matiza Moragues, y añade que cree que la imagen de la Comunitat ahora es la "superación".

"La Comunitat es la segunda región con mayor estimación de crecimiento, la tercera por creación de empleo, la única exportadora con superávit comercial. Hemos sufrido más que el resto, pero gracias al esfuerzo de padres, hijos, autónomos, empresas y trabajadores se ha dado la vuelta al marcador", apunta.

"Queda mucho por hacer, pero el esfuerzo no pasa desapercibido. El desprestigio se ha transformado en halagos", agrega.

De su anterior etapa como conseller de Hacienda explica que cree que le "faltó un año para cambiar el modelo de financiación, modernizar la administración y acabar la reforma del sector público. El trabajo está iniciado, los méritos se los llevará el actual Gobierno".

Por este motivo, insiste en que le quita el sueño "la inestabilidad política", porque "hemos dejado de tener claro un objetivo común: el bienestar y el progreso. Ahora que hemos logrado cambiar la tendencia no podemos titubear".

"Las agencias de ráting, en mi época de conseller, preguntaban por Podemos y por Pedro Sánchez, por si iba a ser capaz de pactar con partidos extremistas y sectarios. Los datos macroeconómicos van como un tiro, pero pesa la incertidumbre política", insiste.