La responsabilidad sobre los reiterados contratos a Orange Market (de 2005 a 2009) y las empresas satélite pertenecientes al Grupo Francisco Correa volvió ayer a recaer en Rafael Betoret, el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo y condenado en la «causa de los trajes» por aceptar regalos de la mercantiles de la trama Gürtel. En esta ocasión fue Jorge Guarro Monllor, ex jefe del servicio de Promoción de la Agencia Valenciana de Turismo (AVT), quien volvió a dejar a Betoret a los pies de los caballos, durante su declaración de ayer como imputado en el Tribunal Superior de Justicia.

Guarro Monllor era técnico de promoción de la AVT desde 1995, hasta que en 2001 lo nombraron jefe del servicio, a pesar de que en todo momento sólo ostentaba un «contrato laboral temporal». También ha sido vicepresidente de la Junta Central Fallera durante años. Ahora se enfrenta a siete años de cárcel, acusado de tráfico de tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude a la Administración Pública, según la Fiscalía, por beneficiar a Orange Market en las contrataciones de la AVT desde 2004 a 2009. Para eludir la acusación en este supuesto trato preferente, Guarro siguió la estrategia de su subordinada, Ana María Grau Ábalos, y centrifugó la responsabilidad en dirección ascendente: «Las órdenes para cambiar los pliegos y los nuevos criterios los ordena el señor Betoret. Las órdenes desde arriba siempre venían del director del gabinete» [de la consellera de Turismo, entonces Milagrosa Martínez, también imputada].

El técnico no cuestionó ninguna de estas directrices, a pesar de los vaivenes en los pliegos de condiciones (que privilegiaron los criterios subjetivos, en beneficio de Orange Market). «Cuando te viene de tus superiores... Donde hay patrón... Poco me sirve opinar», respondió a la fiscal Anticorrupción, Ana Cuenca, cuando le interrogó sobre los pliegos.

La relación entre los técnicos de la Conselleria de Turismo y Orange Market era tan estrecha, que muchos borradores de los contratos acababan en manos de la empresa valenciana de la trama Gürtel, tal como demostraron los registros policiales, aunque después no se han encontrado en los expedientes oficiales de la AVT. Jorge Guarro no pudo explicar este sorprendente hecho. «¿Cómo pudo acabar este documento con informaciones técnicas para contratar el diseño en Orange Market?», le asestó la fiscal. «No lo puedo explicar, porque no lo sé. Pero yo no lo he dado. Es una documentación interna que no se hace pública», admitió, mientras se sonrojaba ostensiblemente y las gotas de sudor le perlaban la frente.

A pesar de desentenderse de las filtraciones a Orange Market de información interna, Guarro Monllor sí justificó la contratación de la filial gurteliana en Valencia en 2004, pese a su inexperiencia (acababa de crearse en 2003). «Había hecho un stand del Consejo de Cámaras por 54.520 euros. Si hizo uno de 55.000, ¿por qué no iba a hacer uno de un millón de euros? El tamaño no importa, lo importante es la solvencia técnica».