La entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE), empresa pública dependiente de la Conselleria de Vivienda ha readmitido en su plantilla a Pablo Cotino, destituido a mediados de julio como director general de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV). Cotino, que tras el cese pidió la readmisión en EIGE, tendrá una retribución bruta anual de 45.000 euros al año más antiguedad, lo que le supondrá 15.000 euros más respecto a su primer salario cuando entró a trabajar en la firma. Cotino fue fichado en marzo de 2005 como abogado por el Ente Gestor de la Red de Transportes y Puertos (firma que quedó integrada en la EIGE) con un salario de 35.000 euros anuales. Al poco ascendió a director general para en 2012, con la dimisión de Marisa Gracia, convertirse en nuevo director de FGV.

Los anteriores responsables del Ente Gestor de Transportes concedieron a Cotino una excedencia forzosa para irse a FGV, como una salvoconducto que, en teoría, le permitía regresar a su puesto de trabajo en caso de cese. El Consell destituyó al abogado a mediados de julio tras la polémica por la visita por sorpresa de la consellera María José Salvador a la sede de la empresa pública y las trabas que sufrió para conseguir la entrada.

Recurso de la FSP-UGT

Sin embargo, el regreso de Cotino ha generado el primer enfrentamiento entre la Federación de Servicios Públicos de UGT y la Generalitat. El sindicato ha presentado un recurso de alzada en contra de la reincorporación de Cotino al entender que la excedencia forzosa reconocida no es ajustada a derecho. El sindicato cita un reciente informe de la Abogacía de la Generalitat en el que se recoge que la excedencia forzosa sólo cabe para el desempeño de puestos de carácter electo, es decir, cargos a los que se haya accedido tras un proceso electoral, como pueden ser diputados o concejales. Se da la circunstancia que el Ente de Transportes, en su Manual de Organización Interno, ampliaba generosamente los supuestos para conceder la excedencia forzosa. Así, se incluía el cargo de directo general.

El sindicato recuerda que Cotino accedió a su primer contrato con el Ente Gestor sin superar ningún proceso selectivo, con lo que entiende que no tiene un contrato de trabajo de carácter fijo, sino indefinido para ocupar un puesto de confianza por lo que, a su entender, «no tiene derecho a reserva de puesto ni al de reingreso, situaciones éstas que están reservadas para el personal de carácter fijo».