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Situación de quiebra de la Generalitat

Soler cifra en 3.000 millones la deuda por el "despilfarro" de los Consells del PP

Hacienda considera que la factura de la mala gestión es superior al 10 % del agujero de la Generalitat

Soler cifra en 3.000 millones la deuda por el "despilfarro" de los Consells del PP

La infrafinanciación es el problema medular de la actual situación de quiebra de la Generalitat pero una gestión sin despilfarro hubiera dado oxígeno a los pulmones de la Comunitat Valenciana. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, asegura que en «términos morales y políticos, la mala gestión gubernamental ha sido un escándalo». Soler reprocha al PP que reconozca que el «despilfarro» de los Consells de Eduardo Zaplana, José Luis Olivas y Francisco Camps entre 2002 y 2013 sea del 12 % del incremento de la deuda de 25.000 millones en esos años, «lo que equivaldría a casi 3.000 millones de euros», afirma. El conseller, que no contabiliza el impacto de la corrupción y que algunos estudios cifran en 12.500 millones, considera que esa factura puede ser mucho mayor aunque su departamento no la ha calculado al considerar que existen numerosos estudios que ya la han cuantificado.

En ese sentido, Soler explicó que cuantificó ante el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el impacto de la «mala gestión» en el 10 % porque lo extrajo del informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas encargado por la patronal AVE sobre el periodo 2002 a 2009. Este informe no quita hierro al agujero de la Generalitat como defiende el PP, apunta, sino que revela que «en los años de vacas gordas, si hubiera habido una financiación igual a la media y sin gastar ni un euro más del que se gastó, se podría haber evitado un 88 % de la deuda de esos años». Es decir, la Generalitat no tendría la deuda de 40.085 millones de euros.

Soler considera que la infrafinanciación se ha agravado exponencialmente por el «despilfarro» en la gestión de los diferentes gobiernos populares. «Si hubiera habido más recursos se hubiera malgastado más. Es difícil creer que una mayor financiación hubiera significado rebajar la deuda. Muy probablemente hubiera habido proyectos ruinosos y más deudas», argumenta. Para el conseller, esta tesis se demuestra con los proyectos que se quedaron a medio hacer o nunca se realizaron como la Torre de la Música, la Ciutat del Teatre, las torres de Calatrava, Mundo Ilusión y la Ciutat de les Llengües.

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